CARLOS ETCHEVARRÍA

sábado, 1 de diciembre de 2012

Escudos humanos - Carlos Etcheverría

Somos el escudo de un gobierno insensible e inhumano, que deja de lado al débil y protege al poderoso.

El número de españoles en situación límite crece sin parar: sin trabajo ni desempleo, desahuciados sin techo, enfermos sin curar. Su número es tan elevado que se cuenta por millones.

Esa población no cuenta y se abandona a su desgraciada suerte. De entre la famélica legión destaca por su dramatismo el desahuciado por deudas insuperables. Hoy no se priva de libertad por esta causa, solo se le quita la vida.

A los muertos por desesperación se les injuria como reos de suicidio, en tanto los delincuentes que les empujan a la fatal decisión, no se les denigra por cometer un delito de lesa humanidad.

Los causantes miserables de que otros lo hayan perdido todo, hasta la esperanza, cuentan con un escudo que protege su indignidad, permitiendo tal estado de cosas.

Toda la sociedad es culpable de cubrir y resguardar al indigno: los que no salen a ocupar calles y plazas con su protesta; los que desprecian la miseria y a los miserables, y los que dicen cumplir la ley. La complacencia de estos que se proclaman servidores del orden establecido,  es complicidad: Legisladores de leyes injustas; jueces que ejecutan la maldad con su equipo de desalojo (comisión judicial, policía, cerrajero); medios de comunicación e iglesias silentes.

Si tuviésemos conciencia y nos sometiéramos a ella, nos importaría poco que nos acusaran de desacato o desobediencia, y sabríamos afrontar las represalias. En estado de necesidad no se comete delito por incumplir el mandato o la ley.

Con la solidaridad de todos ¿Quien quedaría para impedirlo?

 

miércoles, 16 de mayo de 2012

España de charanga y panderareta - Carlos Etcheverría

Antonio Machado y Ruiz
Antonio Machado murió en el exilio amando a su tierra pero doliéndose de su infortunio. En sus versos de la España  de charanga y pandereta, esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza… especialista en el vicio al alcance de la mano, nos muestra un panorama desolador pero esperanzado en otra  España del cincel y de la maza, una España implacable y redentora.

De vivir hoy, esa añoranza de un futuro mejor se trocaría en desánimo, pues seguimos en esa España inferior del rezo y la embestida. 

Los que dirigen las instituciones fundamentales del país, actúan y se conducen de forma desenfrenada y desvergonzada. Han convertido la política, la economía y las finanzas en pura y abusiva especulación, con el silencio cómplice de la mayoría de los medios de comunicación que los estimula y alienta en sus afanes corruptos.

La monarquía, exenta de responsabilidades, es un prodigio de nepotismo y arbitrariedad. Un mal ejemplo para los ciudadanos. Ha roto con el tradicional concepto de unión familiar, aparentemente incólume merced a la censura, adoptando costumbres licenciosas y afanes desmedidos de lujo y riqueza. Máxima representación de las tradiciones católicas, prefiere la separación de hecho al remedio del divorcio; la especulación corrupta que no el trabajo honrado; el lujo frente a la moderación. Y la España de charanga y pandereta en la inopia, sonríe ante la mala crianza y salida de tono de su campechana majestad, que celebra su 50 aniversario de boda en la intimidad para no agobiar el escuálido erario público con fastos de esa naturaleza, no porque el destruido matrimonio tenga nada que festejar al ir cada uno vaya por su lado.

El club de financieros y mercados, tiene un concepto del país como si fuera su granja particular, ordeñando vacas ajenas con ayuda del Estado. Como Sanguijuelas,  van poco a poco sacando el dinero de la nación a la que empobrecen. Un ejemplo paradigmático es el caso Rato-Bankia.

Dice    el gobierno que el país no está para huelgas ni algaradas, y se propone penalizar tales expresiones de descontento y protesta. O lo que es lo mismo, prescribe aceite de ricino y prohíbe la evacuación. La reforma laboral, la destrucción del estado del bienestar, han de aceptarse de buen grado o nos exponemos a salir del sistema para entrar directamente en la cárcel, sin otra alternativa.

La delegada del gobierno en Madrid ha tenido una aparición: los indignados del 15-M  (violentos, antisistema, porretas, sucios, etc.) no resultan los mismos de hace un año: ahora están organizados, con infraestructuras y soporte económico. Gracias a tal revelación, que se hallaba oculta y en secreto, los otrora festeros de un día se han convertido en un movimiento social de carácter innovador perfectamente articulado. Enhorabuena a la perspicaz Cristina.

Mirando a Cuenca y con su habitual discreción, los indulgentes medios observan la España de pandereta desde la complicidad y el servilismo, lejos de la firme actitud que en otros tiempos les impulsaba a criticar a los poderosos, de los cuales dependen para sobrevivir.



miércoles 25 de abril de 2012


Todos a una - Carlos Etcheverría

Como en Fuenteovejuna, la clase política española con alternancia de Gobierno, seguida y bien asistida por banqueros, jueces y medios de información, cierra filas para defender a su rey. Temen que el tinglado se les venga abajo y hayan de engrosar la lista de parados, con pérdida de sus privilegios.

No buscan resolver los problemas a los que se enfrenta la sociedad, sino perpetuarse en el poder sin opción real de cambio. No desean correr el riesgo de ser desplazados. Prefieren la indignidad.

El cúmulo de despropósitos que vienen sucediéndose desde que, en 1975, se cumplieron las previsiones franquistas con el ascenso al trono de Juan Carlos I, eran más o menos conocidos aunque férreamente ocultados. Los buenos ciudadanos ya saben ahora buena parte de los hechos históricos con protagonismo del rey: Juramento de fidelidad a las cortes franquistas; favorecedor del golpe militar del 23-f; visión guerracivilista y amedrentadora de la España actual, sin asomo de condena a la dictadura de Franco; amén de escándalos de todo tipo, económicos y familiares, que apestan por la podredumbre que entrañan.

Pretendidamente, todo esto queda reducido a la nada ante la declaración, calculadamente sencilla, de la excusa por conducta inapropiada. El rey se disculpa y todo vuelve a la normalidad anterior.

Pero no es la monarquía desvergonzada o el borboneo incesante, lo que produce más intranquilidad, sino la reacción unánime de los cortesanos ante un gesto de confesionario, que por lo visto exonera la indignidad de la corona.

Resulta que PP y PSOE lo sabían todo del rey y con antelación suficiente, pero nada hicieron para apercibir y controlar la conducta Real. Connivencia, complacencia o complicidad con el soberano.

No quieren reconocer que estamos ante una cuestión de Estado, y sin embargo están dispuestos a declarar la guerra a Argentina para defender los intereses de YPF.

Franco no habrá vuelto, pero han quedado los franquistas o sus métodos.

lunes 26 de marzo de 2012

Desfachatez - Carlos Etcheverría

Nos mean encima y dicen que llueve. Nuestro sistema político actual, después de  treinta y seis años de la muerte del dictador asesino, guarda extraño parecido  con la democracia orgánica que le precedió. 

La derecha nacional católica que nos gobierna, ha mudado su ropaje autoritario por la mentira, para encubrir lo que verdaderamente hace y oculta, asistida en tan sórdido empeño por la práctica totalidad de los medios de comunicación, la banca, empresarios, curas y un largo etc. convirtiendo la democracia en un pudridero y la política en un estercolero.

Esta gente desbandada, que cuenta con el beneplácito de una falsa izquierda, se disfraza con el discurso propio de la izquierda verdadera, a la que roba el lenguaje, signos y hechos ilustres, perpetuando la injusticia y desigualdad con la que fueron tratados aquellos que otrora persiguieron, humillaron y despreciaron

Hace poco, aprovechando la presencia del rey en el Congreso, una aplastante mayoría de diputados (PP, PSOE, CIU y UPyD) le dedicaron una estruendosa ovación, no fuera ser que el asunto Urdangarín desluciera su regia honorabilidad. Estos próceres bien remunerados, no han abierto la boca cuando recientemente se supo la mención apologética que hizo de Franco al embajador alemán en 1981, tras el pintoresco golpe del 23-F.

Los palmeros de la comunicación, cuando no callan, dedican al monarca vomitivos elogios, como el editorial de El País del 4 de marzo pasado. No existe ni se permite que haya, información veraz y contrastada, sino mera propaganda.

La más reciente farsa presidida por Juan Carlos, aconteció también en el Congreso, aprovechando el bicentenario de La Pepa. Descarada y desvergonzada celebración para mayor gloria del Borbón, cuyo antepasado Fernando VII se encargó de derogar con la ayuda de un ejército de más de cien mil soldados (hijos de S. Luis), restituyendo la inquisición y matando a sus partidarios. Una de sus numerosas víctimas fue Mariana Pineda, acusada de haber bordado una bandera.

Rajoy afirmó que ve a la monarquía ‘más viva que nunca’. Dicho de otro modo: que está y subsiste en toda su fuerza y vigor (Drae). Con la que está cayendo sobre el trono, adivinen: ¿Perspicaz o mentiroso?

viernes 9 de marzo de 2012


Sangre azul - Carlos Etcheverría

La trama Nóos, el espinoso asunto que se instruye en el juzgado nº 3 de Palma de Mallorca, pone de relieve que la justicia no es igual para todos. Personalidades del mundo político y jurídico así lo reconocen, al menos en orden al tratamiento diferencial de las personas que aparecen como presuntos delincuentes, según su rango.

El propio juez Castro, que dirige la instrucción con notable prudencia y comedimiento, avala ese trato diferente hacia el yerno del rey en decisiones que, aún correctas, resultan inusuales (no adopta medida alguna en prevención; consiente que no se grabe la declaración, etc.).

También es de destacar la excesiva consideración prestada a la infanta, dirigida a preservar de cualquier daño a este miembro de la familia real, o a la familia misma.

Sin embargo, y aunque tal discriminación protectora no corresponde al principio de igualdad ante la ley y por ende representa un déficit democrático, no constituye a mi juicio el cerne del problema, ni agota los interrogantes que el escándalo suscita entre los ciudadanos.

El mayor riesgo para la sociedad lo representa la filosofía que entrañan estas conductas. Más allá de la persecución de comportamientos individuales, caiga quien caiga, lo peligroso del asunto radica en la aceptación social que subyace en este tipo de ataques a lo público. El propio Jaume Matas justifica su actuación impropia, por el valor propagandístico que acompaña la figura del duque de Palma como miembro de la familia real, lo que inevitablemente sobrelleva un coste adicional a cargo del erario público.

Desde siempre los reyes han atraído las miradas de personas que  se esfuerzan en imitarles, adoptando en lo posible su estilo de vida. Pero de ahí a obtener ventajas económicas del embobamiento que suscitan, media el abismo de la indecencia. Ejemplo reciente lo protagonizó el presidente de Alemania que dimitió por corrupción, tras desvelarse que había aceptado un crédito privado con unas condiciones muy ventajosas de empresarios amigos.

Se está generalizando un comercio especulativo en torno a figuras afamadas que irrumpen en los mercados consumistas. Y así se da por bueno que, personajes de toda índole, refuercen con su presencia la bondad de lo que avalan: desde un producto de belleza a una marca de automóviles. Para el empresario, poco importa el producto si la atención se desvía hacia quien lo presenta. Perfecto engaño al que contribuye el famoso, pues lo que anuncia nada tiene que ver con sus méritos o esfuerzo profesional, no dando importancia a si lo afirmado se acomoda a la verdad.

La corrupción, según el DRAE, es una práctica consistente en la utilización de las funciones y medios públicos en provecho de sus gestores, sea éste económico o de otra índole. Lo grave es que esta mentalidad de aprovecharse del cargo parece estar admitida socialmente.

 

lunes 13 de febrero de 2012

Democracia, ma non troppo - Carlos Etchevarria

El día 11 de este mes se cumplió el 142 aniversario de la 1ª República Española, primer ensayo democrático abortado por los militares, como ocurriría con la segunda de 1931. Y en el tercer intento iniciado en 1978, ya no hacen falta militares para abolir el sistema, pues la democracia no es más que un remedo de tal.

Para que la democracia se asiente y no perezca, los poderes institucionales del Estado han de respetarla y protegerla, o de lo contrario representará una farsa grotesca. Y así viene ocurriendo desde 1975 en que Parlamento, Gobierno y Justicia fingen lo que no sienten, provocando escándalo y vergüenza entre los ciudadanos.

El Parlamento sigue anclado en el S. XVIII, con siervos por diputados. El Gobierno se aparta de los débiles, a quienes somete a drásticos recortes y a la crueldad del paro. Y la Justicia arremete contra los justos mientras ampara a los corruptos. En tanto en España se hizo una modélica transición a la democracia manteniendo a los franquistas en las instituciones,  Portugal impuso el nuevo régimen sin tutelas salazaristas.   

Por si no bastara, la mayoría de los medios de comunicación, desinforman y se pliegan al dictado de los poderosos, censurando noticias en perjuicio del lector. El ejemplo más palmario lo representa el trato a la Corona, a la que mecen en su cuna dorada. Si hay algo que por su magnitud hubiera merecido su atención, es el reciente hallazgo de una conversación del rey, conocida gracias a que el gobierno alemán levantó la reserva después de 30 años.  

Es tan grave este suceso, que constituye el mayor escándalo de la democracia actual, que en otro país le hubiera costado el trono. Sus manifestaciones constituyen una auténtica apología del terrorismo, penada con cárcel. Tanto los medios como el rey, el gobierno y el parlamento, permanecen mudos, sin iniciativa alguna. Para quienes desconozcan el asunto, les cuento:

Como crisis del sistema democrático, se refirió el rey Juan Carlos I  al golpe militar franquista dado contra el Estado republicano en julio de 1936, al tiempo que celebraba el éxito de la guerra civil. Así lo señaló al embajador alemán, Lothar Lahn, a quien recibió en la Zarzuela poco después de la intentona militar de 1981 conocida como 23-F. En aquella entrevista se refirió a Tejero y demás militares sediciosos, como gente de buena fe que intentaban lo mejor para España, y mostró hacia ellos comprensión y simpatía, al punto que trataría de influir en el Gobierno y los tribunales para evitarles un castigo severo. Para mi, dijo el rey, Franco es un ejemplo viviente día a día, por su desempeño patriótico al servicio de España y por esto, yo tengo por él un gran afecto y admiración.

Como los granitos de un sarpullido, aquí y allá asoman síntomas de descontento: indignados, yayoflautas, parados y desahuciados de todo orden, se manifiestan en señal de reprobación, que no alcanzan a ver los que marcan las políticas públicas: Gobierno, Parlamento y Poder Judicial. ¡Hasta cuando abusaréis de nuestra paciencia!

 jueves 2 de febrero de 2012


Dan susto al miedo - Carlos Etchevarría

Un silente Rajoy cae torpemente en la trampa del micrófono abierto, y ríe en Europa la gracia de vaticinar una huelga general como respuesta a las políticas de austeridad que preconiza desde hace tiempo.

Cada ministro va desgranando lo que el presidente calla, y como los apocalípticos siervos de Satanás, se apresuran a destruir los derechos sociales en la tierra hispana.

Todo ello con la complacencia de esos señores de ridícula indumentaria y métodos inquisitoriales que han saludado, como buena noticia, la irrupción en las aulas del catecismo del P. Astete en sustitución de Educación para la Ciudadanía. Wert, ínclito ministro de educación a quien debemos la idea, también asoma el plumero racista al atribuir el fracaso escolar en Ceuta y Melilla a la avalancha marroquí.

Gallardón es un ser aparente, como lo era Fraga. Parece y no es. Siempre tiene un guiño progresista para ocultar el cacumen cavernícola. Erigido en desatascador de juzgados, promueve a los notarios para celebrar bodas, divorcios y quien sabe si entierros. Toda una acción progresista en el camino del laicismo que ejercita en la intimidad, pues elimina de estos menesteres a los sotanosaurios, al tiempo que engorda las arcas notariales con cargo a las parejas.  
Advertencia: como no le gustan los matrimonios homosexuales, algo hará para remediar esa infamante y antinatural coyunda.

Su incursión en el aborto le hace retroceder al pasado, si bien advierte que no meterá en la cárcel a las que lo realicen (respiren). Sin ese elemento coactivo, no le queda otra que sacar de la sanidad pública la prestación y cerrar las clínicas privadas, volviendo al tradicional turismo interruptor de embarazos.

Como en tiempos pasados, el pueblo gritará: vivan las cadenas, viva la inquisición. O a lo mejor no, y se organiza un poyo de armas tomar. ¡Ay la España de Machado!

 

lunes 23 de enero de 2012

CON EL CONGRESO TOPAMOS, SANCHO - CARLOS ETCHEVARRÍA

Cuan  difícil es que los representantes políticos enseñen sus bienes e ingresos a los conciudadanos que les han elegido: la transparencia incomoda. Sin embargo, la tentación de afanar se vería seriamente amenazada con solo desvelar este extremo, poniendo difícil cualquier debilidad tendente a hacerse con lo ajeno.

Recientemente, más del 90 % de los diputados del Congreso (PP, PSOE y CIU) se negaron a aceptar hasta 36 preguntas dirigidas al gobierno sobre las cuentas de la Corona. ERC pedía claridad y le dieron opacidad.

Últimamente,  el rey había mostrado cierta inquietud ante turbios asuntos familiares y su buena disposición a mostrar el modo y manera como gasta sus ingresos. Pero héteme aquí que los diputados regios no se lo han permitido, faltaría más que diría Fraga, pues con ello abriría la veda en otros espacios de representación: del rey abajo ninguno. El diputado Tardá, singularmente preguntón, es culpable por hacer mal las preguntas. Pero ojo, no parece estar en su ánimo cesar lo iniciado en 2007, por lo que volverá a la carga con la misma insistencia. 

Con tan prudente decisión parlamentaria,  las cloacas por donde discurre la corrupción seguirán selladas, hasta que un día revienten los conductos y salgan a la calle todas las inmundicias. Para entonces, será más sencillo buscar un caudillo que convocar oposiciones para tanto juez que necesitaremos, dando fin al experimento democrático que nos legó Franco. 

Algún sesudo monárquico propone un relevo en la jefatura del Estado: dimisión de Juan Carlos y entronización del príncipe Felipe. Maniobra muy propia de los borbones a lo largo de la historia, con excelentes resultados como aconteció con  Juan de Borbón al abdicar en el rey actual.

Los partidos políticos, al menos los que tienen posibilidad de gobernar, han despojado a sus diputados de las vestiduras democráticas trocándolas por harapos totalitarios. ¿Y dicen que Garzón prevaricó?

 

lunes 16 de enero de 2012

EL LEÓN DE VILLALBA - CARLOS ETCHEVERRÍA

Manuel Fraga en Palomares
Con el fallecimiento de Fraga se va un singular exponente de la paranoia política del nacional catolicismo franquista. En esta hora resulta difícil mantener la ecuanimidad sin caer en el repudio hacia el muerto. Sobrarían razones para desmentir a los turiferarios que hoy invaden los medios con mensajes laudatorios hacia el político vitalicio.

Las cualidades que a buen seguro le adornaron: pasión por el trabajo e importante  memoria, aunque desordenada,  resultan insuficientes para juzgar en conjunto su trayectoria política. Se sirvió de la dictadura como de la democracia, para mantenerse en el poder perpetuo y, a buen seguro,  pasará a la historia por tan dilatada experiencia en cargos públicos, pero no por su acendrada defensa de las libertades ciudadanas.

Admirable por su coherencia doctrinal, guardó lealtad al generalísimo hasta el final de sus días, y consiguió agrupar en su formación partidaria a los nostálgicos de la dictadura, conservando así unida a la caverna.

Tampoco resulta encomiable su resistencia a aceptar la dinámica social de cambio, en lo tocante a la proclamación o ampliación de derechos humanos. El y su partido intentaron obstaculizar la aprobación de leyes de signo progresista, y siguen negando el holocausto franquista para impedir asomarse al escenario del crimen.

La fidelidad a sus ideas ultramontanas, convierte su perfil biográfico en el de un personaje prehistórico, no evolucionado. Quizás le haya condicionado su pasado represor en el franquismo, encadenado a él por la ambición de poder que le impedía arrepentirse para no truncar su carrera.

Los que sufrieron muerte, tortura, ignominia y desamparo en su etapa al servicio de Franco, son un obstáculo para guardarle un mínimo de respeto.

 

VENGA JALEO, JALEO - CARLOS ETCHEVARRÍA

Por considerarlo un riesgo para sus privilegios, la clase política se aferra a un inmovilismo ciego, sin variar sus métodos ni corregir los errores. Esa numantina actitud estática de permanecer sin mudanza frente a al dinamismo del cambio social, es suicida pues causa grave daño a la democracia.

Y porque estamos en un momento crucial para la monarquía, el ejemplo más desconcertante lo constituye la reverente postura  hacia el rey Juan Carlos I, determinante de una palaciega disposición de ánimo sumisa y complaciente. Al Jefe del Estado, número uno en la clasificación política, se le trata sin exigencia alguna, con desmedida protección cortesana próxima a la indignidad. Un rey entre algodones que dijo Manolo Saco.

La miserable adulación al rey contrasta con el infame trato dispensado a dignatarios elegidos por sufragio universal. Con honrosas excepciones, los aplausos que recibió de los diputados en el inicio de esta 10ª legislatura, fueron más enternecedores que las lágrimas derramadas por el pueblo norcoreano a la muerte de su dictador. Todo un espectáculo medieval decadente e ignominioso.

Se aparta al rey de cualquier sospecha por conducta impropia, como si el ungido careciese de las debilidades inherentes a su condición humana, a excepción de accidentes domésticos y deportivos, de los que por cierto es también número uno.

Este trato favorable y único constituye, paradójicamente, una falta de respeto democrático institucional, por cuanto le al soberano obrar a su antojo y sin rendir cuentas a nadie, como ocurría con los déspotas de antaño.

Algún día estos palmeros de Las Cortes, al igual que ocurrió en la transición con los  franquistas conversos a la democracia, presumirán de republicanos en la intimidad. Claro que para ello también necesitaremos la ayuda de jueces foráneos, pues los de aquí ya sabemos como se las gastan: que se lo digan a Garzón.

 

HISTORIA BASADA EN PECHOS REALES - CARLOS ETCHEVARRÍA

A Iñaki Urdangarín, miembro de la familia real, le han pillado en una maniobra inconfesable, pero no sorprendente si examinamos su espectacular currículo vital, que refleja un deseo ardiente de conseguir riqueza al amparo de la corona, a la que de momento pertenece, aunque extrañado en Nueva York.

El pintoresquismo de los borbones, afines o consanguíneos, es una constante genética irremediable, no en vano lleva esta monarquía siglos en la Corte de Madrid, sin apenas interrupción. Indecorosas lapas aferradas a la roca hispánica, han sorteado vendavales desde el primer día de su presencia en nuestro país, allá por el año 1701.  

Nada más poner pie en España la primera joya de esta corona, Felipe V,  nieto del rey sol e introductor de la ley sálica que excluía del trono a las hembras, tuvo que competir por el trono con la dinastía austriaca anterior, dando comienzo la infausta guerra de sucesión en la que España perdió vastos territorios que pasaron a manos de ingleses y austriacos. Los catalanes bautizaron a sus partidarios como fanfarrones, recibiendo a cambio terrible castigo en 1714 (11 septiembre: díada ) y la pérdida de sus fueros.

A lo largo del tiempo y hasta nuestros días, los borbones recibieron del pueblo burlas y sátiras por su incompetencia y conducta viciosa. Fueron especialmente denostados Fernando VII e Isabel II, que junto con Alfonso XIII tuvieron que exiliarse.

Su actual representante, Juan Carlos I, debe su dignidad al favor de Franco, que no por la gracia de Dios como correspondía a los anteriores, incluido el dictador. Y al no tener que dar cuentas al altísimo ni al pueblo, carece de freno para reprimir impulsos atávicos heredados de sus mayores. La reserva constitucional hacia su persona y familia, permite que sus acciones no sean diáfanas sino opacas. No rinde cuentas a nadie ni siquiera al Parlamento, estando sujeto solamente a su conciencia y al juicio histórico.

Y pues su conocimiento del bien y del mal es manifiestamente escaso, lo único que nos queda es la valoración histórica de sus 36 años al frente de la nación. Para ello es obligado conocer los hechos ocultos y desvanecer los mitos ensalzadores, lo que hasta el presente no es posible por el hermetismo derivado de la especial protección de que goza. Esa posición da pie a que circulen toda suerte de rumores y habladurías en torno a su vida privada o supuestos negocios y comisiones millonarias nunca desmentidos.

El agujero de la Zarzuela por donde asoma el hociquillo el ratón Urdangarín, no tardará en taparse sin mayores consecuencias. Mientras tanto, la Casa Real permanece callada.