martes, 25 de septiembre de 2012

Tampouco Europa ten solucións federais - Xosé A. Gaciño

Xosé A. Gaciño
Desde que se celebrou a manifestación multitudinaria da Diada co lema Cataluña, novo estado de Europa, asistimos a un torrente de informacións nas que non é fácil atopar os mínimos niveis de obxectividade e, ás veces, nin sequera o elemental principio xornalístico de separar información e opinión. Por suposto, os excesos (ou defectos, segundo se mire) prodúcense tanto no campo dos que teñen claro que Cataluña ten que ser independente para liberarse do “espolio” español como entre os que proclaman o dogma da unidade indisolúbel do Estado, amparándose nunha Constitución que non sempre compartiron.

Cada un fai os seus números para convencerse de que, separados de España, superarían a crise inmediatamente porque contarían cos ingresos fiscais que se queda España, ou, pola contra, para augurar toda sorte de desgrazas para unha Cataluña solitaria e marxinada de Europa, á que dan por suposto que non se podería adherir. 


Precisamente a propósito das posíbeis relacións directas entre Cataluña e Europa tamén hai referencias encontradas. Uns destacan que a reivindicación catalá é recollida sen hostilidade nos medios de comunicación do resto de Europa. Outros (unha información de El País do domingo 23 de setembro) recollen impresións contrarias, que ven o independentismo catalán como unha frivolidade e poñen en boca de “un funcionario europeo” (truco habitual para introducir unha opinión propia no medio dunha presunta información obxectiva) unhas declaracións nas que se afirma que esa aspiración de Cataluña “en Bruxelas dispara alarmas ante o risco de efectos miméticos noutros lugares”.


Supoño que o dos efectos miméticos non sería precisamente pola propia Bruxelas, unha illa francófona no medio da metade flamenca de Bélxica, país onde o partido flamenco independentista e ultraconservador N-VA foi o máis votado nas eleccións xerais de xuño do 2010 (ano e medio estiveron sen goberno, moi ben por certo, antes de conseguir un mínimo acordo entre os partidos non independentistas, pero con “versións” convenientemente separadas nas súas dúas comunidades lingüísticas). Tampouco sería polo Reino Unido, onde están a preparar un referendo sobre a posibilidade de independencia de Escocia para o outono do 2014, despois de que o Partido Nacional de Escocia, independentista, conseguise a maioría absoluta no Parlamento escocés nas eleccións de maio do 2011.


Certo que na Unión Europea non están nestes momentos para filigranas soberanistas, enredados como están no obsesionante labirinto de austeridade, do que non se sabe si alguén sabe cómo e cándo se vai poder saír. Pero o último que se pode dicir é que unha reivindicación independentista poida alarmar nun continente que leva séculos refacendo os seus mapas, de grao ou por forza, de guerra en guerra e de tratado en tratado, e que rematou o século pasado coa separación brutalmente traumática dos países integrados na xa desaparecida Iugoslavia, por non falar do desmembramento da tamén desaparecida Unión Soviética, por aquilo de que non todo o seu territorio é estritamente europeo.


Máis que efectos miméticos –que xa funcionan dabondo en todas direccións–, o que esperábamos noutro tempo desta Europa que nunca remata de estruturarse é precisamente que tivese axudado a resolver este tipo de tensións. Na configuración desa Europa ideal, deberían caber fórmulas federais de todos os niveis para encaixar toda sorte de reivindicacións nacionais. A crise está a demostrar que aínda queda moito que facer para superar tantos receos nacionalistas con rango estatal que, entre outras cousas, contribúen a bloquear posíbeis solucións dinamizadoras –supranacionais, por suposto– que puidesen romper a inercia depresiva que nos paraliza.

sábado, 22 de septiembre de 2012

¿Por qué dimitió Aguirre? - A.Burrieza, J.Fonseca y C.Román

La dimisión de Esperanza Aguirre no fue ni por causas personales ni por enfermedad. La realidad es que a Esperanza Aguirre se la obligó a dimitir, tras mantener un duro enfrentamiento, que tuvo su punto más álgido en una fuerte discusión entre ambos, ocurrido el martes 4 de septiembre en el despacho de Rajoy. La causa del enfrentamiento son los acuerdos que la presidente madrileña asumió unilateralmente con el grupo que quiere construir Eurovegas y que excedían notablemente sus competencias, dejando a Rajoy como mera comparsa de este suculento negocio.

Esperanza Aguirre no dimitió por motivos personales, ni el cáncer que padece desde hace tiempo tiene nada que ver en esa decisión. La verdad es completamente diferente a la contada oficialmente por la lideresa madrileña y por el Partido Popular. Rajoy obligó a Esperanza Aguirre a dimitir, tras mantener durante al menos dos semanas un enfrentamiento frontal a causa de la implantación de Eurovegas en Madrid.

La discusión a gritos del martes 4 de septiembre.

Todo comienza el pasado martes 4 de septiembre cuando la presidenta madrileña acudió a una reunión con Mariano Rajoy en el despacho que este tiene en la sede de Génova. Según confirman a El Aguijón cinco personas que trabajaban ese día en Génova, ambos mantuvieron una fortísima discusión  a gritos en el despacho de Rajoy, que algunos de los que la escucharon señalan “que jamás se había oído nada semejante y hasta se escuchó algún golpe”, que se podría haber producido por la caída de algún objeto al suelo durante la discusión y por golpes en la mesa. La bronca que duró alrededor de unos 40 minutos finalizó con una airada Esperanza Aguirre que abandonó el despacho notablemente enfadada. Todos ellos afirman que la discusión estaba centrada en torno a Eurovegas y que Rajoy la reprochaba que tomara decisiones sin consultar a nadie sobre temas en los que no tiene competencia. Entre las voces que se escuchaban desde el exterior del despacho, hubo numerosas palabras malsonantes, que pronunció especialmente Esperanza Aguirre.

Cospedal interviene ante Rajoy

La discusión se originó, según nos confirman las fuentes de Génova, por la queja unos días antes de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal a Rajoy por los acuerdos unilaterales que Esperanza Aguirre habría alcanzado con el grupo de Adelson para la ubicación de Eurovegas en Alcorcón. De estos acuerdos no habría informado ni al partido ni al Presidente del Gobierno. Entre esos pactos, estaría el acuerdo verbal de la presidenta madrileña de permitir fumar en los establecimientos y de un sistema fiscal “singular” y normas laborales específicas para Eurovegas, algo para lo que Aguirre no tiene competencias y que forzaría a Rajoy a tener que cambiar leyes nacionales. María Dolores de Cospedal es esposa de José Ignacio del Hierro, nombrado el 19 de julio de 2002 miembro del Consejo de Administración de Metrovacesa, que a su vez es la propietaria de una parte del suelo en el que se ubicará el macro complejo en Alcorcón, lo que provocó que sus acciones subieran un 78% en dos días. López del Hierro fue sancionado en 2005 por la Comisión Nacional del Mercado de Valores por la comisión de una falta grave al alterar el precio de las acciones de la inmobiliaria Bami, absorbida por Metrovacesa, durante todo el proceso de una OPA protagonizada por el propio López del Hierro, el yerno de José María Aznar Alejandro Agag y el jefe de gabinete de Aznar Carlos Aragonés, en representación del grupo italiano Caltagirone.

Francisco Granados entra en escena.

Unas horas después de esa discusión entre Rajoy y Esperanza Aguirre aparece en Génova en dirección al despacho de Rajoy el que fuera secretario general del PP de Madrid, cargado con dos grandes carpetas azules “de las de proyectos y mapas” y varios sobres grandes blancos. En uno de esos sobres se podía ver la palabra en mayúsculas “MET” en color azul oscuro que en un principio los empleados de Génova, atribuyeron al Metro de Madrid. Sin embargo tras comprobar que en esa institución todos los sobres llevan el logotipo tradicional consistente en un rombo azul y rojo y que eso no era lo que aparecía, toma cuerpo la posibilidad de que se tratase de un sobre de la agencia de detectives Método 3, implicada en el caso de espionaje interno del PP que le costó el cese a Francisco Granados en pleno enfrentamiento con Ignacio González. El logotipo de Método 3 es de color azul marino y mostrado a uno de los empleados que vio ese sobre, este señala que “podría ser” “a mí me resulta parecido pero fue todo en décimas de segundo”. La presencia de Granados en Génova portando esas carpetas, ha disparado las especulaciones que apuntan a que este podría haber señalado algo que pudiera poner en problemas a Esperanza Aguirre. Diario El Aguijón no ha logrado contactar con Francisco Granados para confirmar estas informaciones, ni si proporcionó información sensible que pudiera haber utilizado el Presidente del Gobierno para que Esperanza Aguirre dimitiera, por alguna revelación. Lo que sí está claro es que Esperanza Aguirre no se ha ido del cargo de forma voluntaria.

Ana Mato, muy molesta por el anuncio de Esperanza Aguirre sobre el tabaco.

Otro de los pesos pesados del PP que muestra a Rajoy su malestar por las declaraciones de Esperanza Aguirre en su política de hechos consumados sobre Eurovegas es la Ministra de Sanidad Ana Mato. El día 10 de septiembre, y sólo unos días después de la sonada bronca entre Rajoy y Aguirre, la lideresa madrileña sigue en su envite y vuelve a la carga con la petición de que se deje fumar en Eurovegas, algo que prohíbe la ley. La ministra, que ya anteriormente había negado tal posibilidad, reitera con bastante enfado ante los medios que la ley no se cambia, tras lo que traslada a Rajoy su queja. Ana Mato tiene un especial peso en el PP, por su relación “privilegiada” con personajes como Javier Arenas, además de mantener una relación muy estrecha y vinculada al entorno de Aznar, sector que se ha venido posicionando del lado de Rajoy, especialmente tras el ascenso de Ana Botella a la alcaldía madrileña, y sus nada disimulados encontronazos con Esperanza Aguirre.

Maniobras de Aguirre para que Eurovegas esté en Alcorcón y no en Getafe.

Uno de los condicionantes principales del grupo de Adelson para implantar su macro complejo en Madrid, es la de poder disponer de un aeropuerto para aviones privados. Por esa razón y como desveló nuestro diario el grupo de Adelson prefería los terrenos de Getafe que inicialmente estaban destinados al proyecto Carpetania, que dirigentes de la empresa visitaron el 29 de junio. De hecho uno de los máximos directivos del grupo de Adelson es John Mills, que está directamente implicado en la empresa Mills, propietaria de la mayor parte del accionariado del Centro Comercial Xanadú, ubicado a sólo unos minutos de donde estará Eurovegas. Sin embargo en el PP interpretan que  hubo una participación de personas cercanas a Esperanza Aguirre en la ruptura del grupo municipal de UPyD en Getafe.UPyD ha expulsado a su portavoz y número uno de la lista al ayuntamiento, lo que ha puesto en riesgo la gobernabilidad del municipio, que ya acaricia el PSOE con una posible moción de censura los próximos meses. Ese cambio en la política getafense, habría sido lo que habría provocado que Adelson descartara la candidatura de Getafe, pese a que la base aérea le permitía tener ese anhelado aeropuerto. Tras ese descarte originado por ese problema del que acusan a la larga mano de Aguirre y la predilección por el sur de Madrid por parte Adelson, dejaba con candidata decidida a Alcorcón, cuya alcaldía gobierna con mayoría una de las manos derechas de Esperanza Aguirre, David Pérez y estos días anda cabizbajo por la orfandad política en la que queda tras la marcha de su protectora y promotora política. Toma cuerpo la idea de que Cuatro Vientos tome el relevo de aeropuerto privado para Eurovegas.

Lucía Figar, la renovación que quiere Rajoy en el PP madrileño.

Las filtraciones a la prensa sobre el ático de Ignacio González  en El Mundo, así los escándalos en el Canal de Isabel II publicados por Estrella Digital y que afectaban directamente a González en su calidad de presidente del canal, tuvieron lugar cuando se acercaba el Congreso del Partido Popular que tuvo lugar a finales de abril. En ese congreso, se puso en duda durante bastante tiempo que Esperanza Aguirre se presentara a la reelección. En ese momento desde Génova se pensó en Lucía Figar para presentar una candidatura alternativa frente al candidato natural de Aguirre, Ignacio González a quien no se quiere desde la dirección nacional. Lucía Figar, está estrechamente vinculada a la familia Aznar, hasta el punto de ser la madrina del nieto de los Aznar e hijo de Alejandro Agag, quien a su vez participó en la OPA sobre Metrovacesa con el marido de María Dolores de Cospedal. No parece por tanto casualidad que Ana Botella reclame la celebración de un Congreso en Madrid para elegir el relevo de Esperanza Aguirre, lo que evidencia que no quiere al designado por la todavía presidente madrileña. Y es que Esperanza Aguirre, a pesar de haber dimitido como presidenta de la Comunidad de Madrid, no lo ha hecho aún como presidenta del PP madrileño. Y una cosa es una votación entre los diputados madrileños que en su gran mayoría deben su cargo a que Esperanza Aguirre les puso en la lista electoral, y otra muy distinta que alguien en un congreso se oponga a los deseos de la familia Aznar-Botella, a los de Rajoy a los del siempre omnipresente y ahora fortalecido y sempiterno enemigo de Aguirre, Alberto Ruíz Gallardón.


A.Burrieza, J.Fonseca y C.Román escriben en el Diario el Aguijón

¿Qué ocurre en Catalunya, y en España? - Vicenç Navarro

Vicenç Navarro
Tengo gran respeto por el periodista Iñaki Gabilondo y por su gran profesionalidad. Le considero uno de los mejores periodistas de España. Ahora bien, discrepo de sus comentarios hechos el 17 de septiembre a raíz de la manifestación independentista que tuvo lugar en Barcelona el 11 de septiembre (el día nacional de Cataluña). Sus observaciones indicaron (con todo el respeto que caracteriza siempre la exposición de sus argumentos) que la  nueva situación creada por el enorme tamaño de tal manifestación exigía un posicionamiento claro del partido gobernante en Cataluña, CiU, así como de otros partidos definidos hasta hoy como nacionalistas o catalanistas, sobre su objetivos políticos para Cataluña, criticando una cierta ambigüedad sobre tales objetivos por parte de dichas formaciones políticas, ambigüedad notoria, según él, en los últimos años. Puesto que esta exigencia de claridad es bastante generalizada en círculos mediáticos, académicos y políticos españoles (y muy en particular madrileños)  me veo en la necesidad de responderle, no sin antes agradecerle que haya definido la situación actual en la que se encuentran tales opciones políticas como resultado de una ambivalencia. Otros de diferente talante que Gabilondo han hablado, no tanto de ambigüedad, sino de manipulación, presentando tales partidos como independentistas ocultos que han ido cambiando la presentación de sus argumentos dependiendo del momento y periodo en el que se encontraban. La famosa frase de que “los nacionalistas/catalanistas nunca estarán satisfechos, se les dé lo que se les dé” recoge esta percepción de que los nacionalistas o catalanistas siempre desean, en realidad, llegar a la independencia, y todo lo demás es una mera estrategia de pasos en este sentido.

Este tipo de argumentos ignora, sin embargo, que la gran mayoría de personas que están a favor de la independencia hoy en Cataluña no lo estaba hace sólo unos años. Tengo muchísimos amigos aquí en Cataluña que, no habiendo sentido nunca el deseo de tener un estado propio, separándose de España, hoy así lo desean. Una de las mayores causas de que ello ocurra no se encuentra en Cataluña sino en Madrid y en España. En contra de lo que aducía un reciente artículo en El País (“La lucha final de la burguesía catalana”, de José Luis Álvarez, 21.08.12), en el que se criticaba al establishment español por haber estado demasiado pasivo frente a lo que el autor definía casi como veleidades del nacionalismo o catalanismo, el enorme crecimiento del independentismo se explica, en gran parte, por el comportamiento del establishment español (centrado primordialmente en Madrid), siendo su eje principal el aparato del Estado central y también los mayores medios de información basados en lo que se llama la capital de España.

El rechazo a la plurinacionalidad de España

La falta de reconocimiento de tal plurinacionalidad del Estado español existente en este establishment ha sido la raíz del problema. Solo por un momento, durante la II República, pareció que se abría una posibilidad, que desapareció completamente durante la dictadura fascista que impuso un nacionalismo español (castellano) extremo que, basado en una concepción jacobina del Estado español, ahogó y asfixió cualquier otra visión de España. La Transición inmodélica (que se realizó en términos muy desequilibrados entre unas derechas -herederas del franquismo- que controlaban los aparatos del Estado y unas izquierdas –que lideraron las fuerzas democráticas- que acababan de salir de la clandestinidad) permitió más espacios a las fuerzas nacionalistas/catalanistas, pero sin reconocer la plurinacionalidad de España. En realidad, el Estado de las autonomías (con el “café para todos”) era una manera de negar tal plurinacionalidad. Referirse a los acuerdos que tuvieron lugar entonces como fuente de las exigencias de que se respeten aquellas reglas, sin tener en cuenta el enorme desequilibrio de fuerzas que existía en aquel momento (como hacía Santos Juliá en su artículo del pasado domingo en El País o como hace el Monarca en su carta abierta a los españoles), es permitir que aquel desequilibrio se mantenga.

Este Estado de las autonomías abocará inevitablemente a la disgregación y rotura de España, como algunos hemos ido subrayando (ver mi libro  Bienestar Insuficiente, Democracia Incompleta. Sobre lo que no se habla en nuestro país). Si cada demanda de Cataluña se tiene que traducir en diecisiete demandas iguales, España dejará de existir pues España no puede ser la suma de diecisiete Cataluñas. España no aguanta la suma de diecisiete naciones con historias, culturas e idiomas diferentes.

La falta de resolución de esta articulación Cataluña-España en la España de las Autonomías hizo que surgiera la demanda de un proyecto federal asimétrico que reconociera, dentro de España, la especificidad de la nación catalana. Fue en esta vía que, junto con otras alternativas, surgió el Estatuto de Cataluña que fue aprobado por el Parlamento Catalán, por las Cortes Españolas y refrendado por la población catalana. Y a pesar de ello, el Tribunal Constitucional, parte del aparato del Estado, vetó precisamente algunos de los componentes más estimados por los movimientos que habían generado la necesidad de establecer el Estatuto. Y la torpe respuesta del gobierno Zapatero, definiendo tal veto como un elemento menor del Estatuto, contribuyó a ampliar el enfado de grandes sectores de la población catalana. Más y más personas en Cataluña comenzaron a pensar que con esta España no hay nada que hacer. Algunos firmes seguidores del federalismo asimétrico abandonaron este proyecto, bajo la constatación de que no había posibilidades ni complicidades en España para desarrollarlo. Y se convirtieron en independentistas.

La explosión del independentismo

Pero, ¿por qué ha alcanzado ahora el independentismo el nivel que ha alcanzado? Y la respuesta es la crisis. Hoy, la crisis está afectando muy dolorosamente el bienestar de la población. Y la gran habilidad política de la coalición nacionalista gobernante en Cataluña, CiU, ha consistido en atribuir tales dificultades al famoso “expolio español”. Según este argumento, la aportación no voluntaria de Cataluña a España es equivalente al 8% del PIB de Cataluña. La demanda de un pacto fiscal, con un sistema semejante al concierto vasco, es una lógica respuesta a esta situación, en caso de que el proyecto deseado fuera  mantenerse en España. Tal Pacto Fiscal implicaría un cambio en la gestión de los impuestos y su distribución. Exigiría que fuera el Estado catalán (como parte del Estado español) el que recogiera los impuestos y fuera el Estado catalán el que negociara con el Estado central los fondos para el pago de los servicios comunes y el componente de solidaridad que, por cierto, nadie cuestionaba (al menos hasta ahora).

Pero esta demanda se ve irrealizable en España, gobernada por el establishment español basado en Madrid. Y el punto final de esta frustración ha sido la victoria por gran mayoría del PP, el partido que se opuso al Estatuto con mayor intensidad. Tal partido, heredero del franquismo, muestra la mayor hostilidad a la especificidad catalana y al reconocimiento de Catalunya como una nación. El último detalle, entre muchos otros, es que tal gobierno no sancionó a un militar que hace unos días pedía, una vez más, la invasión militar de Cataluña. El comportamiento del gobierno PP y de la “caverna” que le rodea es el mayor fabricante de independentistas en Cataluña. Los medios públicos de la Generalitat, tanto Cataluña Ràdio como TV3, instrumentalizados abusivamente por el gobierno Mas (recordando los peores momentos del pujolismo), constantemente identifican la ultraderecha, el PP, con España, forzando una imagen falsa de que el PSOE y el PP son lo mismo. Autores de la “caverna” aparecen o son citados mucho más frecuentemente en tales medios que autores españoles de izquierda federalistas, o incluso políticos españoles conocidos que apoyan el derecho de autodeterminación de Catalunya.

La paradójica situación en Catalunya


Resultado de esta situación, incluido el control de la mayoría de medios en Catalunya por parte de las derechas nacionalistas, nos encontramos con la situación casi única en Europa de que uno de los gobiernos que ha ido imponiendo mayores medidas de austeridad a su población (ninguna de ellas existentes en su programa electoral) goza de un amplio apoyo electoral en Catalunya sin que la crisis y la puesta en marcha de tales políticas hayan afectado su popularidad. La gran astucia política del partido gobernante, CiU, ha sido presentar la necesidad de aplicar tales medidas como consecuencia del “expolio” de Cataluña por parte de España. De ahí que haya intentado canalizar, con la ayuda de sus medios, tal enfado hacia el establishment español basado en Madrid, definiéndolo como España.

En este argumento se olvida que el déficit de gasto público (incluyendo el gasto público social) de Cataluña es mayor que el déficit fiscal (que existe y debe eliminarse). Y también se olvida que el País Vasco, con un sistema fiscal semejante al que el gobierno CiU desea, tiene también problemas graves, con una crisis profunda. En realidad, el gasto público social por habitante en el País Vasco es mucho menor de lo que le correspondería por el nivel de desarrollo económico que tiene, y ello como resultado de haber estado gobernado por las derechas en la mayoría del periodo democrático. Tener una Cataluña independiente no es garantía de que Cataluña elimine su enorme déficit de gasto público social. En realidad, algunos de los economistas más visibles en la esfera independentista (incluyendo el economista “oficial” de TV3, que en sus llamadas “lecciones de economía” en tal medio adoctrina a la población catalana con su dogma neoliberal) son ultraliberales que eliminarían gran parte de los servicios públicos, como sanidad y educación, acentuando todavía más el deterioro de los servicios públicos que ha ocurrido bajo el mandato de CiU.

El expolio no es la única causa del déficit social de Catalunya

En realidad, tal como he señalado en otro artículo (“Expolio nacional o expolio social” Público 13.11.11) el gran déficit social de Cataluña se ha acentuado todavía más como resultado de la alianza de CiU con el PP (que fue el partido que se opuso más al Estatut) en las políticas fiscales regresivas, en la reducción de los impuestos que gravan las rentas del capital y rentas superiores, y en la privatización de servicios públicos, además de otras políticas de clara orientación neoliberal. Y ambos, tanto CiU como el PP, han hecho lo opuesto a lo que prometieron. Dijeron mil veces durante la campaña electoral que no recortarían en los servicios públicos como sanidad y educación, donde ha recortado más. Ambos están siguiendo políticas para las cuales no hay ningún mandato popular. De ahí que la demanda de un referéndum sobre si la ciudadanía aprueba tales políticas de austeridad sea tan aplicable al gobierno PP como al gobierno CiU.

El Presidente Mas ha subrayado que, si el pueblo catalán votara a favor de la independencia en un referéndum, las autoridades públicas representativas españolas, por mera coherencia democrática, deberían aceptarla y permitir su desarrollo. Pero la selectividad en la exigida coherencia y su falta de credibilidad aparece claramente cuando el mismo Presidente hace lo contrario de lo que el pueblo catalán votó, desmontando, como lo está haciendo, el Estado del Bienestar catalán. En sanidad, por ejemplo, las políticas que la Generalitat de Catalunya están polarizando todavía más la sanidad en Catalunya, favoreciendo a la sanidad privada (que sirve predominantemente a las rentas de mayores ingresos) a costa de la sanidad pública (que sirve a las clases populares). Y todo ello bajo el liderazgo del Conseller de Salut (que era el jefe de la patronal hospitalaria privada) transformando un servicio universal en un servicio asistencial, justificando tales políticas bajo el lema de que no hay otra alternativa, pues Madrid (España) nos fuerza a hacerlo y así nos lo manda.

De la misma manera que el Presidente Rajoy está desmantelando la España social bajo la excusa de que es lo que le exige Bruselas, el gobierno Mas también señala que tiene que hacerlo porque así se lo pide Madrid. En ambos casos estamos viendo la externalización de responsabilidades. En España, Bruselas se presenta como el problema. En Cataluña, Madrid es el problema. Y aunque en ambos casos hay un componente que sí se corresponde a la realidad, es sólo un componente y no lo es todo pues, ni antes de que hubiera el euro ni ahora con el euro, Bruselas y Madrid han sido los mayores determinantes del subdesarrollo social de Cataluña y de España (ver mi libro El Subdesarrollo Social de España. Causas y Consecuencias). Las relaciones de poder de clase juegan el papel determinante tanto en Cataluña como en España. La alianza de clases, entre las clases dominantes en España y en Cataluña (terminología nunca utilizada en los medios por considerarla interesadamente como anticuada), es la causa mayor del retraso social de ambas, y los datos así lo muestran. Los países que tienen menor gasto social por habitante son aquéllos donde las clases conservadoras han sido más dominantes sobre los aparatos de sus Estados. Y así ocurre tanto en Cataluña como en España, como lo muestra que en la gran mayoría de leyes y presupuestos de austeridad que han afectado negativamente el bienestar de la población (tanto en Catalunya como en España), el PP y CiU han votado juntos (tanto en el Parlament de Catalunya como en las Cortes Españolas). Esto es lo que está ocurriendo en Catalunya y en España, de lo que no se habla en los medios de mayor difusión ni en Catalunya ni en España.

Sería un gran error que las izquierdas permitieran que las derechas catalanas y españolas protagonizaran el desarrollo de los hechos durante este periodo. Las izquierdas catalanas no pueden dejar que el gobierno CiU lidere el proceso de defensa de Catalunya cuando sus políticas públicas han estado dañando de una manera tan acentuada el bienestar del pueblo catalán. Las manifestaciones identitarias y las sociales deben confluir en una protesta generalizada hacia lo que está ocurriendo, no sólo en España, sino también en Catalunya. Y la izquierda española necesita aceptar que la Constitución, fruto de un desequilibrio en el momento de su aprobación, no es un documento sagrado. Debe cambiarse favoreciendo que la plurinacionalidad de España se refleje en que cada nación dentro de tal Estado pueda expresarse y determinar su futuro.

El Rey y Rajoy condecoran a los muertos de “Annual”; a los de Franco, ni pío - Enric Sopena

Enric Sopena 
Nuevo traspiés del Rey. La Comisión del Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara 10 fue recibida hace dos días por el monarca en el Palacio Real, con motivo de la concesión de la Laureada de San Fernando, una decisión aprobada por el Consejo de Ministros el día 1 de junio del año en curso.
Hace noventa años, ese Regimiento protagonizó el terrible “desastre de Annual”, una  batalla colonial que provocó la muerte de 550 militares españoles en el verano de 1921, cuando intentaban replegarse ante los implacables ataques de los defensores tribales, militares o no, de Marruecos.


El abuelo de Margallo… y el bisabuelo
Entre los muertos que ahora serán condecorados estaba el  abuelo paterno del actual ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo. El bisabuelo también murió en la primera guerra del Rif, entre 1893 a 1894. Aquella guerra fue conocida en los cuarteles como la Guerra de Margallo.


El amigo íntimo de Rajoy.
Y ha sido Margallo -amigo íntimo desde hace muchos años de Mariano Rajoy- el que ha promovido, junto al ministro de Defensa, Pedro Morenés y Álvarez de Eulate, aristócrata y empresario  del negocio de las armas, tan solemne numerito. Este acto castrense se realizará con gran pompa, por todo lo alto, sin apenas precedentes. Desde la Transición al 2012 no ha habido una  sola condecoración de este género. Sólo la hubo en 1943, recién acabada la guerra civil y con el dictador Francisco Franco en El Pardo.


¿El 1 de octubre?
Insistimos. Nuevo error grave de Don Juan Carlos I. ¿Por qué se celebrará tamaño festín el 1 de octubre de 2012?  El 1 de octubre de 1936 fue investido Jefe del Estado  el general Franco, un militar de alta graduación, un golpista sanguinario que liquidó a sangre y fuego a la II República. Pero nunca las miles y miles de víctimas del franquismo han sido condecoradas o, al menos, oficialmente respetadas. A las víctimas de Franco, ni pío.


La expulsión de Garzón.
Todavía, respecto a muchas de las víctimas,  no se sabe donde reposan sus huesos. El juez Baltasar Garzón fue expulsado de su carrera judicial, entre otros argumentos insólitos, por intentar la investigación de las víctimas republicanas, asesinadas por bandas falangistas o por militares truhanes. La guerra civil no la ganó, sin embargo, Franco. El dictador venció gracias al apoyo de  Adolf Hitler y de Benito Mussolini.


Los soldaditos pobres.
En las guerras coloniales, tratando de invadir Marruecos, murieron muchos militares, de sargentos para arriba, ciertamente.  Mientras tanto, la mayoría de los soldaditos  españoles eran obligados a ir a esas guerras. Los soldaditos pobres, naturalmente. Los hijos de los ricos se salvaban del peligro porque la mayoría de las familias acomodadas -tan patriotas siempre- pagaban al Gobierno.


El prólogo de la dictadura del general Primo de Rivera.
El desastre  de Annual, 1921, fue el prólogo de la dictadura de Primo de Rivera. De allí salieron no pocos de los generales  llamados africanos. Subían en el escalafón con gran rapidez, como es el caso de Franco y de otros de sus conmilitones. El abuelo de Margallo murió en Melilla.


El informe Picasso. El abuelo del actual Rey, Alfonso XIII, estuvo en el punto de mira de un informe denominado  Picasso [por el general del mismo nombre], en el que salían presuntos delitos del monarca y del conde  Romanones  en cuanto a negocios de armas y otros negocios prósperos, aunque sospechosos, en aquella época. El Parlamento no pudo pronunciarse acerca del dossier mencionado, porque la dictadura del general Primo de Rivera cerró el Congreso de los Diputados.  He aquí otra metedura de pata de Don Juan Carlos I.


Un Gobierno de amiguetes.
En fin, el Gobierno Rajoy está demostrando una vez más su escaso arraigo a la democracia. Es un Gobierno, por lo demás, de amiguetes, como se demuestra con el papel de Margallo en este episodio. Alabar hazañas bélicas en una guerra colonial es lamentable. El Gobierno de Marruecos se siente lógicamente humillado por semejante recordatorio.


El primo de Mohamed VI .
¿Se acuerda el Rey de que él acostumbraba a jactarse, durante algunos conflictos bilaterales, de ser el primo de Mohamed VI y hasta de conseguir apaciguar a las dos partes?  Pues ahora no lo parece. Dice Margallo que eran héroes. Los héroes, Sr. Margallo, no son quienes hacen la guerra, sino los que la impiden.


Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM

O verso libre era Esperanza Aguirre - Xesús Veiga

Esperanza Aguirre y Gil de Biedma
A vida política ofrece singulares paradoxos. Esperanza Aguirre utilizou, no seu día, una metáfora –“verso libre”- para descualificar ao seu rival partidario Alberto Ruiz Gallardón e, sen embargo, dende hai un tempo, ela viña desempeñando ese papel de figura heterodoxa no seo da dirección do PP. A dimisión recente certifica a plena vixencia dese rol.Mais alá das hipóteses que se realicen sobre os verdadeiros motivos da súa decisión, resulta evidente que o momento elixido para adoptala non é o mais oportuno para o PP debido á conxuntura preelectoral  en Galiza e no Pais Vasco, ademais das fortes incertidumes que presiden o actual panorama económico e social.

Nos vindeiros meses saberemos se estamos ante unha retirada definitiva da vida política ou se asistimos a un movemento táctico para evitar o desgaste que está a provocar a crise económica na elite política e regresar como alternativa ao actual liderado de Mariano Rajoy.Para esta segunda opción, Esperanza Aguirre dispón de importantes apoios mediáticos e posúe unha contrastada capacidade para sintonizar cos sectores mais conservadores e populistas do actual electorado do PP. En todo caso, se fracasara en tal pretensión non cabería descartar a eventual creación dunha nova forza política no espazo que hoxe administra en exclusiva o partido presidido por Rajoy.

Durante os últimos anos, Aguirre construíu o seu perfil público a base dunha retórica especialmente belixerante, sobre todo en dous aspectos básicos:a estruturación territorial do Estado e a política económica desenvolvida polas Administracións. Este radicalismo verbal propiciou singulares espectáculos de surrealismo político. Por exemplo:defendeu vehementemente unha fonda recentralización que desmantelaba practicamente a letra e o espírito do Estado das Autonomias mentres usaba sen recato o capital simbólico derivado da súa condición de presidenta da Comunidade de Madrid para consolidar unha ambiciosa carreira política con destino no pazo da Moncloa.Ou tamén:presumiu a todas horas de liberalismo e, poren, non tivo reparos en practicar un obsceno intervencionismo en Cajamadrid para colocar como directivos a determinados membros do seu círculo de amizades mais exclusivo.

O azar quixo que a dimisión de Esperanza Aguirre coincidise coa desaparición física de Santiago Carrillo.Tal circunstancia pode suscitar unha reflexión a respeito do notábel cambio electoral rexistrado na comunidade madrileña no período que se abre coas primeiras eleccións de 1977. Aínda que Carrillo simboliza a unha parte da esquerda –o PCE- que non foi capaz de acreditar nas urnas o potencial apoio social que se lle adxudicaba nos inicios da transición, resulta evidente que as cómodas maiorías absolutas conseguidas por Aguirre a partir de 2003 (a pesar do grave episodio de corrupción protagonizado polos dous deputados socialistas que propiciaron finalmente o seu triunfo) certifican a existencia dun xiro copernicano nas preferencias electorais de amplos sectores desa sociedade.Aguirre poderá exhibir no seu currículo un feito indiscutíbel: personificar unha sólida hexemonía que os grupos da oposición de esquerdas non foron quen de mudar na última década. Velaí un reto decisivo para o futuro desa esquerda até agora derrotada.


jueves, 20 de septiembre de 2012

Con mirada ajena - Stefanie Claudia Müller

Stefanie Claudia Müller
En Alemania crece la critica contra la supuesta “mentalidad de fiesta” de los españoles; en España los medios cada vez son más negativos con la supuesta dureza de la canciller Merkel. Pensamos que la situación es mucho más compleja de lo que presentan ambos gobiernos y la mayoría de los medios. España no es Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas.

España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas (igual que en Alemania, añado yo a título personal). Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo la administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado.


Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público -234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones-, y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables. Las razones verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos – un 60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 euros/mes-, pensiones demasiado altas – la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-15- o pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania. A España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de primer nivel.


La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio.


En España no existe separación de poderes, ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.


Las ayudas para España, igual que para otros posible candidatos de rescates, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000, y el Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos. ¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es lícito suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE investigue sus cuentas.


Control estricto y duras condiciones.


Ya el caso de Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un control estricto y condiciones duras. Esas condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o subidas brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la excusa de Europa. Se tiene que cambiar más en España que cortar gasto social, que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania, y hay otros gastos infinitamente más relevantes que se pueden eliminar. Además, los casos de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado por personas tan increíblemente venales.


La pasada semana el ministro de Industria Soria -imputado también por corrupción urbanística en Canarias – acusó al ministro de Hacienda en el Consejo de Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables, Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías, que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones anualmente. Y Rajoy, al que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada. No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17 regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.


Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la pasada semana son escalofriantes. El déficit del Estado a julio ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo regiones y ayuntamientos). Pero lo realmente inaudito es que España está gastando el doble de lo que ingresa. 101.000 millones de gasto a julio frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no están en absoluto comprometidos con la consolidación fiscal.


El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción, y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España. En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB; a finales de diciembre, el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y que el déficit era superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo con toda precisión. A finales de marzo, se dijo que definitivamente era del 8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos semanas después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el Ayuntamiento de la capital igual… el déficit era ya del 8,7%. Sin embargo, la semana pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba sobrevalorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después, Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones más; o sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011. Lo único que sabemos es que están todas infravaloradas. El déficit real de 2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se esta gastando el doble de lo que se ingresa. Como dice el Gobierno de Rajoy, “estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad… de convergencia hacia Grecia.


Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos déficits de representatividad y de democracia que deberían interesar a la canciller Merkel y también a Europa, si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco y salvar el euro. Esto es lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las ayudas europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de que estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda Europa. Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania. Esa situación nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más injustas de la OECD. La antaño fuerte clase media española está siendo literalmente aniquilada.


Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de Europa, lo que hace que España sufra la peor crisis económica de su Historia. Es un sistema corrupto e ineficiente. La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar en la solución de esos problemas. En caso contrario, solo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación para varias generaciones.


*Stefanie Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y economista.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un home para a historia, entre lealdades e traizóns - Xosé A. Gaciño


Santiago José Carrillo Solares
Morreu o que creo que era o último protagonista supervivente da guerra civil, Santiago Carrillo. Non fora dos protagonistas principais e quizais, se non tivese sido pola súa traxectoria posterior, só os historiadores especialistas recordarían a aquel mozo que ocupou a Consellería de Orde Pública naquela agónica Xunta de Defensa de Madrid que organizaba a resistencia dunha cidade abandonada polo goberno e cercada polos golpistas. Nunha sorte de percorrido vital circular, rematou a súa vida de político (aínda que nos seus últimos anos como simple observador) en posicións moi semellantes ás posicións das que partiu na súa mocidade, as dun militante activo das Xuventudes Socialistas.

Certo que eran outros tempos e que, daquela, mesmo no PSOE había xente que defendía a revolución proletaria, pero os camiños que percorreu Carrillo, tras promover e conseguir a unidade de xuventudes socialistas e comunistas, levárono directamente ao stalinismo, que, como os propios comunistas tiveron que recoñecer despois, significou a perversión e degradación da mítica ditadura do proletariado. Foi un home de “aparato” e tivo a suficiente ductilidade como para sobrevivir na dirección do Partido Comunista tanto aos cambios na cobertura soviética, despois de Stalin, como ás rebelións internas de cualificados militantes críticos (Fernando Claudín e Jorge Semprún, entre outros), que foron expulsados por facer propostas que máis adiante o propio Carrillo asumiría no desenvolvemento da súa política de reconciliación nacional e da fronte eurocomunista cos seus colegas de Italia e Francia.

Férreo no control do seu partido, pero aberto e dialogante nos debates e negociacións con outras forzas políticas. Nos últimos anos do franquismo, desde o exilio en París, e, sobre todo, na transición democrática, despregou todo o seu talento político negociador ate converterse nun dos homes claves do proceso. A súa influencia persoal estivo moi por enriba da influencia real do PCE, que tiña certa capacidade de mobilización e unha importante presenza sindical (a das Comisións Obreiras, que aproveitaron moi intelixentemente a súa infiltración nas estruturas do sindicato vertical), pero que non conseguiu o respaldo electoral que cría merecer tras a súa dura loita antifranquista, cando o Partido (así, sen adxectivos) aparecía case como a única forza de oposición á ditadura.  

O seu papel na transición fíxolle merecedor da consideración de home de Estado. A aceptación da monarquía e da bandeira bicolor foron os símbolos das renuncias dos comunistas a cambio de participar no novo sistema democrático. Para algúns, unha traizón. Pero Javier Cercas, no seu libro Anatomía de un instante, fai o canto á valentía dos traidores que “traizoaron a súa lealdade a un erro para construír a súa lealdade a un acerto” e “traizoaron o pasado para non traizoar o presente”, destacando cómo, no lamentábel asalto de Tejero ao Congreso dos Deputados, foron os tres grandes “traidores” (Santiago Carrillo, Adolfo Suárez e Manuel Gutiérrez Mellado) os únicos que desprezaron as ameazas dos asaltantes (verdadeiros traidores do presente) e non se botaron ao chan.

Como se tivese marcado o cénit da súa vida política, despois desa digna actitude de enteireza comeza o seu declive. Nas eleccións do 1982, o PCE foi varrido polo triunfo abafante do PSOE. A crise conseguinte no seo do partido rematou coa súa expulsión e coa creación dun efémero Partido dos Traballadores, que non pasou da convocatoria electoral do 1986. Dedicouse entón á reflexión crítica e brindounos en libros, conferencias, tertulias radiofónicas e artigos xornalísticos as súas análises da realidade, cheas da sabedoría da súa experiencia e da súa capacidade de adaptación ás continuas novidades, sen perder a perspectiva de esquerda que, mal que ben, con riscos ou con concesións, entre lealdades traizoeiras e traizóns leais, presidiu sempre a súa liña de actuación e pensamento.

Con todas as sombras que se queiran botar sobre a súa memoria, Santiago Carrillo forma parte xa da relación de homes e mulleres que contribuíron, en momentos decisivos, a facer posíbel a libre e pacífica convivencia dos españois.

domingo, 16 de septiembre de 2012

No nos lo merecemos... - Antonio Campos Romay

Esta semana, en la que cientos de millares de trabajadoras y trabajadores de toda clase y condición se lanzan a las calles de Madrid para expresar su asfixia ante un gobierno de piñón fijo  empecinado en que solo devolviendo España a los años 50 del siglo pasado y en relación a los derechos laborales y sociales a los albores del siglo XX esta nuestra salvación, la conocida como “Casa Real” o sea esa casta emplazada por Dios y el general Franco para ostentar a perpetuidad y mejor beneficio la Jefatura del Estado Español, colada de rondón en el referéndum constitucional de 1978 bajo bóveda de acero, se lanza a una campaña de “papel couché”…

No es no para contribuir a frenar el inevitable proceso de intervención de España Tampoco para preocuparse de los parados sin derecho alguno ya. O sobre la situación de la juventud sin horizonte ni destino, o sobre la espada de Damocles que día si otro también se hace pender sobre los jubilados y jubiladas…No. Se trata de mostrar a la consorte de Felipe de Borbón y Grecia, (transportada desde el Telediario a la Zarzuela en vehemente cupidazo) en su 40 cumpleaños en empalagosas poses y melindres amatorios con el  “divino impaciente” que diría Pemán, y los tiernos frutos de sus ardores. Se trata de hacer realidad el criterio que impregna esta casta de que este es país esta compuesto por un rebaño de infelices tragaldabas del botafumeiro de diseño distribuido en toda la prensa radio y televisión, tal que hacia cuando era menester el mentor del augusto padre del consorte de “Doña Leticia”, el africanista metido a dictador con las mismas mañas desplegadas en el Rif.

El Jueves, paraíso de la sátira y la ironía irreverente, tuvo un serio disgusto – que a la postre derivó en reconocimiento y merito- al ser acosado con técnicas del pasado por expresar en la portada su criterio sobre lo que entendían era la tarea más habitual de la pareja para hacerse acreedores al suculento bocado que representan en el erario publico.

Estas estomagantes escenas que nos sirven ahora en todos los medios, mostrando lujo, dispendio, culto al cuerpo como primera tarea, banalidad versallesca, están al parecer encaminadas a explicar a los obtusos súbditos lo mucho que valen estos chicos y lo poco que los merecemos. Dios y la Historia nos han premiado con una pareja providencial que solo cada pocos siglos puede tener un pueblo. Algo así afirmaba también el anfitrión del niño llegado desde Estoril a la búsqueda de una corona al precio que fuere. Aseaditos, sonrientes, condescendientes, indulgentes y benignos con los vasallos. La “nueva frontera” de la Real Casa o de la Casa de  los Herederos Anhelosos. ¿Y la transparencia? Seria demasiado osado esperar que en esta generosa puesta en escena se alcanzase a informar por via de ejemplo, de las vacaciones de la feliz pareja que un senador vasco sitúa en las islas  Fiji a 6000 dólares la noche pese a que fue desmentido con la boca pequeña pero sin decir realmente donde estuvieron. Cierto es que dada la holgura del presupuesto del estado, todo el territorio nacional, cuya columna vertebral es el turismo, da poco para calmar las ansias de la dama que desde la pequeña pantalla pasó a la casita del reconocido como Príncipe de Asturias, pues la Zarzuela se le achicaba para vivir al caballero, como a su señora se le achica el Palacio de Marivent y Mallorca para su muy merecido reposo veraniego.

Tampoco explican lo que solo recoge alguna prensa –seguramente malintencionada- porque a diferencia de las demás  familias felizmente reinantes, esta es la única que lleva las nenas a un colegio ultra-elitista y no a un colegio publico.  Quizás sea un tema que no se halla hablado debidamente en familia. Cabe entender esto no fuera posible, pues el patriarca andaba por Botswuana a la caza del elefante perdido perfectamente asesorado por Doña Corinna zu Sayn-Wittgenstein. La abuela paterna en sus numerosos viajes a consolar a la secretaria de la empresa Nos, a la sazón la no imputable doña Cristina de Borbón. El cuñado Don Iñaki entre juzgado y juzgado.  La bisabuela  Menchu y el abuelo Jesús papá de la gentil mamá de las fotos, explicando lo del alzamiento de bienes. Tampoco cabe recurrir a tita Telma, la “hermanisima” ejecutiva contratada de aquella manera por el Ayuntamiento de Barcelona absorta en su idilio con su flamante esposo y en feroz cruzada contra Basile y Tele5, mientras cantan loas y glorias sin parar de la prensa seria de este país : Intereconomía y Libertad Digital…
 

Ingrid Sartiau, de 46 años afirma ser hija de Liliane y Juan Carlos de Borbón  y Albert Solà Jiménez también se reclama  hijo del que aparenta ser un prolífico jefe de estado y de María Bach-Ramón. Según el profesor Juan-Jacques Cassiman, reconocido genetista de la Universidad de Lovaina al hacer pruebas de ADN a Ingrid y Albert manifiesta: “La probabilidad de que tengan un progenitor común es elevadísima, los estudios son claros.”  Pero a Ingrid y a Albert no consta hubiera intención de consultarles ni esto ni en cosa alguna.

En fin, loados sean los dioses por favorecernos por tan modelica y virtuosa familia. Su ejemplo es una luminaria en nuestro tortuoso camino para salir del túnel en que estamos. Véase sino la ejemplar solidaridad del Jefe del Estado rebajándose una parte de su estipendio en un 2,01 %.... Angustia da pensar  como llegará a fin de mes.

La revolución divertida - Ramón González Férriz

Ramón González Férriz
En los años sesenta aparecieron movimientos contraculturales que querían cambiar el mundo. Querían más libertad sexual, el fin del consumismo capitalista y un reencuentro con la naturaleza. Sus proclamas aparecían en la televisión con música pop de fondo, y parecían en verdad el inicio de una revolución. Sin embargo, sucedió algo inesperado: esas formas de vestir y hablar extravagantes, esa música estridente y esa rebeldía vital ilimitada no solo no acabaron con el capitalismo, sino que pasaron a formar parte del sistema y fueron asumidas por la publicidad, las grandes empresas y hasta la propaganda política.

Desde entonces, las revueltas de esa clase se han multiplicado, repitiéndose una y otra vez -en España, por ejemplo, sucedió con la movida madrileña en los ochenta o con los movimientos antiglobalización en los noventa-, pero su destino siempre ha sido el mismo: la disolución de sus propuestas políticas, el triunfo de su estilo y su cultura, y el surgimiento de una figura singular: el rebelde burgués. Por el camino, la revolución pasó de una categoría política a una lúdica, más practicable y atractiva y, por tanto, con muchas menos consecuencias reales.

En mayo de 1968, poco después de las manifestaciones juveniles que habían tenido lugar en París, el primer ministro francés, Georges Pompidou, advirtió que «nuestra civilización está siendo cuestionada. No el gobierno, no las instituciones, ni siquiera Francia, sino la sociedad moderna materialista y carente de alma». Tal vez fuera algo exagerado, pero sin duda los muchachos que ocuparon la universidad y las calles parisinas también lo creían así: les parecía que nuestra civilización, la civilización occidental, estaba esencialmente mal. Por supuesto, no les gustaba el gobierno, ni la regulación de las universidades, ni ver coartada su libertad sexual, pero por encima de todo creían que el capitalismo de posguerra y la cultura burguesa habían acabado con la autonomía de los individuos y sus más íntimas necesidades de expresión. Las autoridades no comprendieron estas reivindicaciones -no debió de ayudar, sin duda, el lenguaje a veces incomprensible, a veces infantil, de los jóvenes-, y las tomaron por una revuelta comunista. En realidad, no era eso: es cierto que muchos manifestantes simpatizaban con el maoísmo y su Revolución Cultural, pero no pretendían dar un golpe de Estado.

Quizá por primera vez en la historia, la revolución no estaba destinada a expulsar violentamente a los poderosos y sustituirlos. Esos jóvenes -a diferencia de los obreros franceses también movilizados en esa época, cuyas reivindicaciones eran clásicamente sindicalistas- carecían de un programa, de unas propuestas legislativas, de un modelo de convivencia para el día después. Aunque de haberlo tenido, poco habría importado: en las elecciones convocadas a toda prisa por el presidente De Gaulle, celebradas la última semana de junio, su partido, la Union pour la Defénse de la République, arrasó y la izquierda se desplomó. Es cierto, sin embargo, que aquellos jóvenes no estaban muy interesados, al menos entonces, en la política de partidos.