José María Barja |
Pero en un mundo económico con mercados globales prácticamente dirigidos por computadoras que se asustan, engañadas por falsas noticias insertadas en medios que recogen bulos de la red social sin profesionales que jerarquicen la información, la apelación a la hoja de cálculo como causa de error de teorías económicas no deja de ser una simpleza.
Datos:
• Editorializa El País: «A partir de ahora todos los sesudos académicos se cuidarán mucho de aprender a usar una hoja de cálculo, no se vaya a extender todavía más ese aserto que dice que la economía es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los economistas» [Un error de cálculo, 30/abril/2013]. Aciertan un poco más que cuando propusieron volver al ábaco [De regreso al ábaco,7/abril/2013], pero aún siguen confundiendo algoritmos con logaritmos cuando explican brillan-temente como las cotizaciones en Wall Street cayeron de modo casi instantaneo por una falsa exclusiva insertada en la cuenta Twitter de la agencia de noticias Associated Press [Tom C. Avendaño Culpables por crédulos, 29 /abril/2013].
• Aunque hay referencias de implementaciones de una hoja de cálculo en un IBM 1130, allá por el 1963, el concepto de hoja de cálculo debe mucho a la patente presentada en 1971 por Rene K. Pardo and Remy Landau. Fue rechazada por la oficina de patentes por ser una invención puramente mate-mática y finalmente admitida, en 1983, al establecerse que “algo no deja de ser patentable porque su punto de novedad esté en un algoritmo.” La marca Excel de Microsoft desarrollada para Macintosh en 1985, y posteriormente exportada al Windows, ha dejado tal huella que se usa su nombre para cualquier programa informático que maneje matrices de celdas que guardan operaciones. Mientras una hoja de cálculo es una tabla, una base de datos es una colección de muchas tablas con relaciones semánticas entre ellas. Así aunque un “libro de trabajo” contiene varias hojas de cálculo que pueden interactuar, le falta la estructura relacional de una base de datos; pero ambas, hoja de cálculo y bases de datos, pueden operar entre si lo como vemos a día de hoy en los paquetes ofimáticos usuales.
• El Exchequer, el departamento de impuestos inglés, recibió su nombre por la larga mesa (de 3 x 1 metros, con un reborde de cuatro dedos de alto) sobre la cual se colocaban contadores (jetons, en francés, ver www.museoferias.net/julio06.htm) para representar valores, y estaba cubierta con un paño que semejaba un tablero de ajedrez (en francés échiquier). Pues hasta el siglo XVIII, los economistas no terminaban de fiarse de los cálculos realizados con cifras, frente al viejo método de “echar las cuentas” en las medievales mesas de contar.
• Por el establecimiento de las posibilidades didácticas de las hojas de cálculo en cursos de mate-máticas en tercero y cuarto de ESO fue premiado en 2005 el profesor vasco Goyo Lekuona. Defen-diendo que los propios alumnos creen los contenidos que deben saber en su propia hoja de cálculo, ha llegado a crear unidades didácticas sobre sistemas, fracciones, parábolas, triángulos, y otras más (como ayudas para resolver sudokus o analizar códigos de barras EAN). En sus palabras: “la idea principal de este método consiste en que los alumnos hagan un uso activo de las nuevas tecnologías dentro del curriculum. Que vean que programas y posibilidades tienen, por si las ven aprovechables para su labor."
• Tal vez al informe realizado por Esade sobre Cómo afecta la crisis al consumo de los españoles, que tantos titulares de prensa ha conseguido, le faltaría recomendar la hoja de cálculo para llevar cuenta del presupuesto familiar. Pero también quienes desconozcan de donde sale su letra del NIF, al ejecutar en una hoja de cálculo la simple orden MID("TRWAGMYFPDXBNJZSQVHLCKE"; MOD(DNI; 23) + 1; 1), donde DNI es la referencia a la celda donde se pondrá el número del carnet de identidad, les enseñará como se produce la letra que diseñó Hacienda para detectar bailes de cifras. Un poco más de conocimiento algorítmico se requiere para verificar un IBAN, otro cálculo del resto de una división por un número primo, en este caso de un largo número de 26 cifras por 93. Algo que puede ser enseñado en secundaria y que terminará por ser incluido en los temas de conocimiento de economía para ciudadanos informa-dos. Para los escépticos es recomendable la lectura, en el BOE del 30/septiembre/2010, de la norma «ISO 6166; Norma técnica 1/2010 de CNMV» donde se describe el código ISIN, que identifica productos bancarios; es una muy didáctica descripción del algoritmo de cálculo del dígito de control, que presenta incluso dos ejemplos. Sólo se hecha en falta un enlace (hoy el BOE sólo se publica en forma electrónica) a una hoja de cálculo que ejecute esas operaciones, las usuales para crear y verificar los cotidianos códigos que identifican personas, cuentas bancarias, containers …
• Un anuncio Decathlon, que en 2006 además de los medios estuvo en grandes vallas, presentaba a un karateka rompiendo un código de barras de una patada. Se leía 978-8479024628 en la línea de control del código, lo cual corresponde a un ISBN-13 válido; la base de datos de libros editados en España del Ministerio de Cultura (www.mcu.es/libro/CE/AgenciaISBN/BBDDLibros/Sobre.html) lo identifica como el libro de Lucinda Green Jóvenes Jinetes: Una Guía Para Aprender Equitación (2004), en la traducción de Ana Goas Díaz para Ediciones Tutor SA. Aunque solo aparecían 29 de las 30 barras de un EAN-13, es relativamente fácil, utilizando la hoja de cálculo que descifra los códigos de barras, descubrir lo que realmente está codificado: 2-101343-644444, un código interno de almacén. Y entonces surge la pregunta ¿porqué el diseñador modifica la linea de interpretación de un código de barras de libre disposición y a cambio utiliza la que corresponde a un libro? Tal vez la respuesta son las prisas, y el desconocimiento de que hasta un niño puede descubrir los cambios empleando una hoja de cálculo.
• El puente madrileño de principio de mayo, que une la Fiesta del Trabajo (celebrada en España desde 1886) con el Día de la Comunidad de Madrid, concluye este año en el domingo 5/mayo que es Pascua de Resurreción en las iglesias ortodoxa oriental, copto y etíope, como recordará la prensa al dar cuenta de su celebración por la reina Sofía. Menos conocido es que la calenda de este mes se celebra en Mondoñedo como Feira das Quendas (www.mondonedo.net/content/view/1315/128/lang,es/) desde su instau-ración en 1156 por Alfonso VII, que el 3/mayo es el Día de la Constitución en Polonia (de 1791) y en Japón (Kenpou kinenbi, de 1947), además de Día Mundial de la Libertad de Prensa (proclamado en 1993 por la ONU para recordar la declaración de Windhoek, Namibia). Además el 5/mayo es Día de la Madre (desde 1965 en España; también en Hungría, Lituania, Portugal, Sudáfrica y Rumanía, aunque la mayoría de los paises, USA incluida, la celebran el 2º domingo de mayo); en México el Cinco de Mayo es la celebración derrota francesa en la batalla de Puebla (en 1862), en el Reino de los Paises Bajos es Día de la Liberación (Bevrijdingsdag, en 1945) y en Japón, Día de los niños (Kodomo no hi), fiesta que convenientemente se traslada al lunes. Así comprobamos que los japoneses al principio del mes de mayo tienen establecidos unos festivos sucesivos (desde 2005, el 4/mayo es Midori no hi, Día de la Naturaleza) como los que de modo constante los medios nos recordaron que estaban disfrutando en Madrid.