sábado, 14 de abril de 2012

La crisis de la eurozona se centra en Andalucía - The Guardian

Altos funcionarios españoles admitieron que no tenían ni idea sobre el tamaño real de la deuda en la región más grande de todos. Se vende a los turistas británicos como un paraíso turístico de las playas de oro, trajes de flamenca y bien surtidos bares de Jerez, pero el sur de Andalucía - el hogar de la Costa del Sol - se ha convertido en el foco de las preocupaciones sobre el euro.

Cuando los inspectores de Bruselas exigieron respuestas esta semana por parte del gobierno español sobre la forma en que planea poner bajo control a los despilfarradores gobiernos regionales, los altos funcionarios admitieron que no tenían ni idea sobre el tamaño real de la deuda en la región más grande – Andalucía-.

Antonio Beteta, el subsecretario responsable de las regiones, afirmó que Andalucía estaba cocinando sus libros y ocultando facturas pendientes de pago para cubrir esa deuda. "Andalucía no es transparente", dijo. "Tiene un problema de la transparencia y de credibilidad".

Funcionarios de Andalucía reaccionaron airadamente a las afirmaciones de que se ocultaban datos de la deuda. "Exijo que los inspectores de la UE se personen en  Andalucía y comprueben  nuestras cuentas, porque no son opacas y no hay déficit oculto", dijo el jefe de las finanzas de la comunidad  Carmen Martínez el diario “El País”.

Las palabras de Beteta no molestaran a los  turistas británicos que practican su swing de golf o toman el sol en las playas mediterráneas de Andalucía, pero tiene que haber producido escalofríos en Bruselas - y en los mercados internacionales de bonos - que ahora ven a España como la mayor amenaza para el euro.

Sus preocupaciones se centran en los 17 gobiernos regionales, que en conjunto gastan casi cuatro de cada 10 euros de dinero público en España – tanto como el importe de lo rescatado en  Grecia y Portugal. El año pasado, a pesar de las promesas españolas de  austeridad, las regiones no redujeron su déficit conjunto ni en un solo euro – lo que situó al  déficit total de España muy alejado de la meta prevista y dejando su reputación por el control del presupuesto por los suelos. Lo que obligó al país a tener que pedir prestado € 17 mil millones (£ 14 mil millones) más de lo esperado, con los mercados mostrándose cada vez más exigentes y cautelosos y cada vez con más altas tasas de interés, en la que en un tiempo fue una de las deudas soberanas con interés más  bajo en Europa.

Un nuevo gobierno conservador liderado por Mariano Rajoy del Partido Popular ha logrado hasta ahora convencer a los inversores que puede controlar a las regiones pero ha visto como los  rendimientos de los bonos se dispararon los últimos quince días. El viernes 10 años es un ejemplo de rendimiento de los bonos: los inversores han exigido  tasas de interés para prestar dinero a España  más altas, elevándose peligrosamente hasta un  6%.

Andalucía fue una de las ocho regiones que ignoró las demandas del gobierno del año pasado para abrazar la austeridad intensa, y que produjo un déficit aún mayor que en 2010.  Beteta ha advertido a los funcionarios de las regiones, donde las nóminas se han incrementado en un 42% entre 2006 y 2010, en la medida que  los políticos locales amplían sus bases de poder, que deben modificar su cultura de "pausas para el cafélito  y leer el periódico". Los políticos regionales están detrás de algunos de los mayores y más costosos elefantes blancos de España. Desde la  enormidad de Valencia, una nave espacial, como la  Ciudad de las Artes y las Ciencias a la Gran  Ciudad de la Cultura de  Santiago de Compostela, medio vacía, el alarde de monumentos a su vanidad abundan.
Una carrera para construir llamativos edificios públicos por los arquitectos de vanguardia, junto con un gusto por los proyectos de infraestructuras infrautilizadas, ha ayudado a elevar la deuda y el déficit. Así, también, las radiotelevisiónes regionales   cuenten con una  fuerza de trabajo  sumamente abultada al servicio de un vasto esfuerzo inversor que se empequeñece en unas cuotas de audiencia insignificantes.

El viernes, el enorme aeropuerto de Ciudad Real, 115 kilómetros al sur de Madrid, cerró después de los intentos de convertirlo en el segundo aeropuerto de la capital... Sus pistas están cerradas para sus únicos clientes,  un puñado de aviones privados que llevaron a sus dueños a las fincas ricas en caza, incluyendo algunos miembros de la realeza británica, para matar el exceso de venados existentes en las  fincas privadas de la región.

Ciudad Real se encuentra en el centro de Castilla-La Mancha, la que presenta peores cifras  del año pasado con un déficit que creció hasta el 7,3% de la cuota regional del PIB.  La comunidad  dispone de Cajas de Ahorro, en parte controladas por los políticos. Tuvieron que ser rescatados por los contribuyentes después de que se prestó con máximo riesgo a los promotores inmobiliarios y proyectos en quiebra, como el aeropuerto.

En Madrid el viernes los inspectores de Bruselas estaban buscando respuestas a cómo España piensa que puede llegar a cumplir con su objetivo de déficit nacional de 5,3% del PIB este año. Muchos economistas consideran que la tarea es imposible, aunque Rajoy insiste en que su Gobierno lo hará. Los inspectores se afanan en exigir la prueba de que el gobierno de Rajoy puede evitar los errores del año pasado.
El primer ministro ha presentado este mes un presupuesto de € 27bn en el que se reflejan subidas de impuestos y recortes de gastos en el presupuesto del gobierno central, pero la clave para alcanzar las metas se encuentra en las regiones. El año pasado no pudieron reducir  los 17 mil millones de € que se les pidió recortar. Este año se han fijado un objetivo de ahorro de € 15 mil millones.

El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que perdió las elecciones en noviembre, había manifestado en todo momento que las regiones estaban bajo control. La ministra de Hacienda, Elena Salgado, llegó a afirmar que en  las regiones se había producido un superávit presupuestario durante el tercer trimestre. Pero España estaba fuera de la pista. Había prometido que su déficit nacional se reduciría de 9,5% del PIB al 6%, pero realmente  se convirtió en un déficit del 8,5% que lo hizo en el hazmerreír de la austeridad de Europa. Tras ello el país confió al nuevo gobierno de Rajoy corregir  el desorden, que también incluye a 24 % de desempleo y una recesión que  contraerá la economía en un 1,7%.

Las regiones ofrecen los servicios esenciales del Estado del bienestar, como la salud y la educación. La austeridad que se exige a las regiones significa recortes en los servicios básicos. Las protestas han sido más fuertes y, en ocasiones violentas, en las regiones que lograron una reducción del déficit del año pasado, como Cataluña y Murcia.

Asustados por la presión del mercado, la semana pasada anunció  Rajoy un recorte de más € 10 mil millones en salud y educación. Un  esfuerzo "de ahorro", que se deberá a cabo por las regiones. El jueves, el gobierno aprobó una ley que le permite tomar el control de las finanzas de las regiones que no se adhieren a los planes de austeridad. Pero para Rajoy, sin embargo, puede resultar políticamente inoportuno tomar el control de tres de las cuatro regiones que representan la mayor parte del dolor de cabeza del  déficit. Estos casos  incluyen Valencia y Castilla La-Mancha, que - como la mayoría de las regiones - están a cargo de su partido, y Cataluña, donde la intervención del gobierno central pudiese inflamar el sentimiento nacionalista.

Puede, sin embargo, disfrutar tomando  el control de las finanzas de Andalucía, que está dirigido por los socialistas que lideran  la oposición. Pero el PP de Rajoy no pudo ganar las elecciones para el Parlamento de la región en marzo.


*Giles Tremlett es corresponsal de “The Guardian” en Madrid  y  autor de “Los fantasmas de España”, publicado por Faber and Faber.