George Soros |
El inversor estadounidense George Soros afirma que, "si tuviera que invertir, apostaría contra el euro" y considera que, incluso si la moneda única sobrevive a la crisis, a Europa le espera un periodo de grandes dificultades.
Soros, quien amasó parte de su fortuna tras tumbar la libra esterlina en 1992 apostando contra la divisa británica unos 10.000 millones de dólares, señala que, aunque ya está jubilado, "si tuviera que invertir", apostaría contra la moneda comunitaria. Para el financiero, "la introducción del euro, en lugar de crear convergencia, ha supuesto divergencias".
A su juicio, las naciones más débiles de la eurozona se encuentran en la situación "de los países tercermundistas" que han contraído préstamos en una divisa extranjera. El estadounidense de origen húngaro opina que, aunque el euro sobreviva, Europa tendrá ante sí un periodo difícil "similar a lo que le ocurrió a América Latina tras la crisis de 1982 o a Japón, estancado desde hace 25 años".
Las naciones más débiles de la eurozona se encuentran en la situación "de los países tercermundistas", según el inversor. Pero a diferencia de esos ejemplos, destaca, "la Unión Europea no es un país" y, por eso, expresa su temor a que no sobreviva a la actual crisis, ante la cual los dirigentes europeos, según él, se han dado cuenta de que han hecho "demasiado poco, demasiado tarde". Para el multimillonario, aunque el Banco Central Europeo (BCE) "inventó medidas fuera de lo normal con sus préstamos a los bancos a tres años", el contraataque del Bundesbank (entidad emisora alemana) "rompió ese efecto".
Francia, en situación precaria
"Toda Europa está guiada por la ortodoxia del Bundesbank", recalca en el periódico, en el que añade que el banco central alemán "empuja a Europa a la deflación" porque, en su opinión, "es imposible reducir la deuda hundiendo el crecimiento".
En plena recta final para los comicios presidenciales franceses, que se disputan en primera y segunda ronda el domingo 6 de mayo, respectivamente, Soros indica que, en caso de salir elegido, al socialista François Hollande "le resultará difícil alejarse de la línea alemana".
"Cuestionar la ortodoxia financiera podría exponer al país a un ataque de los mercados", concluye el estadounidense, para quien Francia se encuentra en estos momentos "en una situación precaria".