martes, 27 de marzo de 2012

Contraposición: 10 Razones para no ir a la huelga

1) Lo que quiere España es trabajo. La huelga no va a cambiar nada ni va a servir para crear más puestos de trabajo, que es lo que necesita la población.

2) Dolorosa, pero necesaria. La reforma laboral del Gobierno puede ser dura para ciertos sectores, pero beneficiosa para el conjunto: flexibiliza el mercado de trabajo y permite buscar vías para evitar el cierre en empresas con problemas.

3) Un palo para la economía. Si la huelga general tiene mucho éxito, puede repercutir en la producción económica española; supondría un coste de 1.000 millones de euros, según cálculos efectuados por la patronal.

4) La huelga general, si tuviera éxito, podría emparentar a España con países como Grecia, que han acabado siendo intervenidos por la UE ante su negativa a llevar a cabo las reformas necesarias. Además, los mercados financieros tampoco verían con buenos ojos una marcha atrás del Gobierno.

5) Rajoy no ha pasado ni los 100 días. La huelga general se ha convocado sin respetar los conocidos como "100 días", el plazo mínimo que se concede –según la costumbre– a todo Gobierno para llevar a cabo sus primeras políticas. Por otro lado, la huelga no servirá de mucho, ya que Rajoy no cederá en ningún caso, a la vista del apoyo electoral recibido en las generales.

6) Es una huelga 'política'. Ya advirtió el Gobierno que la oposición se dedicaría a sacar a la gente a la calle en su contra; la huelga, así, no es más que una táctica partidista de desgaste al Ejecutivo.

7) La última huelga es reciente y fracasó. La anterior huelga general, del 29 de septiembre de 2010, apenas recibió apoyo popular. ¿Qué probabilidades hay de que esta nueva protesta vaya a contar con mayor participación?

8) Los sindicatos no han estado a la altura. Desde el inicio de la crisis, los sindicatos no han defendido los intereses de la ciudadanía y no merecen que ahora consigan una huelga exitosa.

9) Sólo los empleados fijos pueden ir a la huelga. Los trabajadores fijos y los funcionarios son los únicos que tienen el "privilegio" real de ir a la huelga; el resto, por tener un empleo muy precario o ni siquiera trabajar, no.

10) El que se va de huelga no cobra ese día. El derecho de huelga es fundamental, lo que no quiere decir que sea gratis. Ante el panorama de bajada de salarios y aumento de precios, la idea de perder el sueldo de un día puede no parecer la mejor idea.