1) Despido más barato y fácil. La reforma abarata el despido objetivo a 20 días por año y amplía los supuestos de aplicación (basta una simple previsión de caída de ingresos). Además, ahora es el trabajador el que ha de demostrar que un despido es improcedente, y no al revés.
2) ERE a funcionarios. La nueva legislación perjudica seriamente a millones de empleados públicos: permite los expedientes de regulación de empleo en entidades públicas con ajustes presupuestarios.
3) La precariedad se hace "crónica". La nueva reforma crea un nuevo contrato de "apoyo al empleo" que posibilita ser despedido sin indemnización el primer año; además, ahora los jóvenes pueden encadenar contratos temporales hasta los 30 años, y la empresa puede modificar unilateralmente las condiciones –sueldo, horario, jornada...– de sus empleados indefinidos.
4) Los parados, a trabajar gratis. Afecta también a los más de 5 millones de parados: desde febrero pueden obligarlos a desempeñar labores a favor de la comunidad si perciben alguna prestación y no están apuntados a ningún curso de formación.
5) Ni rastro de las medidas en el programa electoral. La reforma laboral de Rajoy era apenas una vaga propuesta en el programa electoral. Durante la campaña no dejó entrever que fuera a aprobar algo así. Además, pese a que durante meses se urgió a patronal y sindicatos a llegar a un acuerdo, el Ejecutivo presentó su reforma sin consenso por parte de los trabajadores.
6) Expertos alertan: no creará empleo. Ya lo reconocieron miembros del Gobierno y lo han suscrito economistas y expertos: la reforma no ayudará a crear empleo. "No aborda la dualidad", sostienen en la fundación Fedea; la consultora PwC cree que por sí sola no servirá: "Son necesarias otras reformas que impulsen el consumo y la actividad".
7) La situación es excepcional. Con cinco millones de parados, recortes en todo tipo de servicios y subidas en tasas e impuestos, España sufre una situación inédita en su historia reciente. No parece descabellado convocar la que sería solo la sexta huelga general de la historia española.
8) Es un derecho fundamental. Aunque denostado en los últimos tiempos, el de huelga es un derecho fundamental de la Constitución (art. 28), que se ejerce cuando cada ciudadano lo estime.
9) Despidos incluso con baja médica. La reforma legitima los despidos procedentes para aquellos trabajadores que acumulan nueve días de baja en un mes, aunque sea justificada.
10) Las huelgas a veces funcionan. Ya ocurrió en 2002, con la huelga general que sufrió el expresidente Aznar; entonces, se logró dar marcha atrás a la reforma laboral, aun ya aprobada.