Afortunadamente, pude leer a primera hora de la mañana el texto del artículo y, cuando después de enlazarlo en mi perfil de facebook empecé a recibir mensajes diciéndome que no se podía leer, volví a entrar para observar, no sin sorpresa, el nuevo texto argumentando su retirada. Como aún lo tenía en mis pestañas abiertas, lo copié y publiqué el contenido, y fotografié el texto, como prueba de lo que yo considero, de una parte una falta importante contra la libre expresión de opiniones particulares, y de otra, la exposición ideológica implícita en dicho acto de censura por parte del diario El País.
Hay verdades que son incómodas al sistema. Juan Torres se caracteriza por ser claro, directo y un buen analista de la macroeconomía. Sus publicaciones son leídas y reproducidas con expectación por una gran cantidad de ciudadanos a los que nos enseña economía y nos muestra el camino a seguir si queremos salir de la crisis endémica del sistema capitalista y neoliberal. Y en este artículo ha sido censurado, probablemente, por haber puesto el dedo en la llaga del origen mismo del problema.
Juan Torres ha comparado las mediadas económicas que Merkel impone desde Alemania como una nueva guerra del s.XXI semejante a la del s.XX de Hitler. Pero, ¿Seguro que ha sido esta frase…”Merkel, como Hitler, ha declarado la guerra al resto de Europa, ahora para garantizarse su espacio vital económico” la que ha hecho tanto daño a El País, que se ha visto forzado a retirarla? Me resisto a creerlo. Rescato de los anales del mismo periódico una crónica que Juan Gómez, corresponsal de El País en Berlín, escribió exactamente el pasado 5 de Diciembre del 2011 y que titula “Monti, ese altruista” Y rescato sus palabras (…)”También Adolf Hitler renunció a su sueldo como canciller en 1933” o (…)” Claro que Monti no es Hitler, dónde va a parar. Pero el italiano debería darse cuenta de que hay otras coincidencias. Ambos alcanzaron el poder catapultados por sendas crisis económicas. A Hitler lo nombró canciller -semilegalmente- el entonces presidente de la República de Weimar y decrépito mariscal Von Hindenburg. Monti llega a hombros de otro presidente octogenario, el excomunista (¿o lo sigue siendo?) napolitano. Hitler se presentó a las elecciones”. Y me pregunto, si las declaraciones escritas por Juan Gómez en su día no representaron ningún problema para El País ni, por ende, para los alemanes- recordemos que Monti fue designado a dedo por la troika que dirige Merkel- entonces, ¿Dónde reside el problema ahora?
Juan Torres ha sido objeto de muchas críticas implacables. Citando a Rosa María Artal en su blog El Periscopio ;…”hoy un diario alemán Die Welt –que me cuentan viene a ser conservador y sensacionalista, una cosa así como El Mundo-, se muestra harto de tantos ataques a Alemania y carga contra “Las protestas en el Sur de Europa”, a las que califica de “indecentes”. No pueden tolerar la comparación de Merkel con Hitler, ni las protestas de los ciudadanos del Sur contra Alemania. Ocurre en Grecia, Italia, España, Chipre (se olvidan de Portugal). Todos tenemos la culpa” Eso muestra una Alemania que se resiente de las consecuencias que, en la opinión pública del resto de Europa, provoca su mala praxis.
Y si echamos un vistazo al twitter, nos encontramos con encendidos comentarios (muy probablemente de la mano de personas a las que ni siquiera les haya dado tiempo de leer el texto original). Y de los que lo han leído y puede que solo se hayan quedado en esa frase maldita. Pero, yo apunto a la que considero verdadera línea de flotación del artículo (…)” Nos castiga para proteger a sus grandes empresas y bancos y también para ocultar ante su electorado la vergüenza de un modelo que ha hecho que el nivel de pobreza en su país sea el más alto de los últimos 20 años, que el 25% de sus empleados gane menos de 9,15 euros/hora, o que a la mitad de su población le corresponda, como he dicho, un miserable 1% de toda la riqueza nacional” y que concluye con : (…)”La tragedia es la enorme connivencia entre los intereses financieros paneuropeos que dominan a nuestros gobiernos, y que estos, en lugar de defendernos con patriotismo y dignidad, nos traicionen para actuar como meras comparsas de Merkel”.
Creo que se necesita mucho armamento para luchar contra el análisis de Juan Torres. Y que sus detractores, que coinciden con los sustentadores necesarios del actual sistema, creyeron encontrar en esta frase las armas que necesitan para desprestigiarle. Pero, se les has visto el plumero. Juegan con cartas marcadas que hemos visto sacarse de sus mangas. La doble moral de los conservadores españoles es el doble rasero con el que juzgan unas palabras sacadas de contexto. Nadie protestó ante el análisis de Juan Gómez de hace ya más de un año. Nadie se rasgó las vestiduras. Pero el domingo, ardió Troya. Y ardió, como ardieron las redes mostrando a un diario que, acorralado por intereses que se me escapan, prefirió censurar al profesor Torres en detrimento de la libre expresión de su autor. Como se puede comprobar, se delataron en el mismo texto: (…)”las opiniones expresadas por Torres López solo representan al autor”. Si solo eran opiniones del autor, ¿Por qué quitarlas? Y ardió porque consiguió que todos quisieran conocer el análisis por el que Juan Torres había sido censurado, pero no acallado.
Publicado en: http://ferronti.wordpress.com
