No es necesario ver hacia atrás para observar que los repertorios ideológicos de la izquierda van a la deriva desde hace años en busca de un referente que los represente y ampare.
Pero concentrémonos en la realidad que esta viviendo uno de los partidos que era icono en la izquierda española y que no es otro que el Partido Socialista Obrero Español. Digo era por que es notorio su alejamiento de las bases y de los simpatizantes que creían hallar en esta fuerza garantes de los derechos democráticos y al que elección tras elección apoyaban sus políticas. Hoy esto ya no es así.
Podríamos entrar a valorar diferentes análisis y estudios realizados por diferentes “gurús” del aparato para identificar el problema y encontrarnos con la sorpresa de que según ellos, el problema es de puertas afuera…Pero sin duda estaríamos ante una nueva equivocación y una nueva negación de la realidad.
El PSOE, se encuentra ante un momento muy difícil en su historia en que ya no caben más paños calientes. La realidad esta ahí y hay que afrontarla como la situación requiere. La sociedad no cree en este partido porque se han aburrido de personajes que han sobrevivido ya no diré años sino décadas aferrados a los órganos de poder y en el entramado organizativo del partido. Las bases y especialmente los simpatizantes han dicho basta. Iros todos. No queremos que los abanderados de las “nuevas propuestas” sean los mismos personajes. Pseudo-propuestas para renovar el Partido Socialista, pero tras las que se oculta un fraude de presunta renovación con el único fin de echar a unos para colocarse otros, pero siempre los mismos...
Es hora de dar voz a los ciudadanos, a los simpatizantes y a los afiliados, contar con las propuestas de todos y valorarlas en su justa medida. Devolver la democracia interna y comenzar una nueva etapa en la que el mito (cierto) del todo poderoso aparato del partido desaparezca para devolver el protagonismo a quienes en realidad hicieron grande el Partido Socialista, las personas, los obreros de este país, la ciudadanía que cree en una política de izquierda para y por el pueblo.
Es hora de salir de los alfombrados despachos y situarse en donde se encuentran los verdaderos valores socialistas. En la calle, junto a los obreros que reclaman sus derechos laborales. Al lado de los trabajadores públicos que reclaman la dignidad de su trabajo y unos servicios públicos de calidad. Con las personas que son desahuciadas de sus domicilios y a lado de todos los colectivos que siempre han creído que el socialismo era el garante del progreso social y democrático.
La lucha en este momento es otra. No es de despacho ni de oficina. Ni por mantener el despacho y oficina… Ahí ya se han cometido muchos de los errores que os han llevado hasta aquí. La lucha es diaria, en la calle y junto a la gente que habéis dejado tirada y que ya no cree en vosotros.
Pero esto no deja de ser un mal chiste en un mal momento. Ni yo soy del Partido Socialista, ni me veo en la situación de recuperar el crédito dilapidado de mis principios y mis valores. Eso amigos….eso, queda para aquellos que aun se crean que el Partido Socialista tiene un futuro en este país como fuerza de izquierda. Yo sinceramente no volveré a caer en ese engaño.