The Economist advierte en su último número de que España podría estar adentrándose en una "espiral de muerte" similar a la griega, con un déficit elevado, una tasa de paro que supera el 25% y constantes protestas en la calle.
La revista apunta en un artículo titulado 'El misterioso Mariano', que muchos se preguntan si el presidente del Gobierno español tiene "algún plan para recuperar la confianza de los mercados y de los españoles". Así, subraya el temor de que, "con un déficit cercano al 9% del PIB, una tasa de paro que sobrepasa el 25% y un movimiento de protesta que empieza a mostrar algunos rasgos violentos, España podría estar viéndose atrapada en una espiral de muerte como la griega".
Sin embargo, recoge también la opinión de los que consideran que el sector público español aún tiene reservas, que las estadísticas de paro están "infladas" y que el principal colchón de la sociedad española, "la familia, se mantiene fuerte".
No obstante, la revista asegura que, de cualquier forma, "los problemas de Rajoy están empeorando, no mejorando". 'The Economist' critica también la ambigüedad del presidente del Gobierno y, aunque considera que es una estrategia de Mariano Rajoy para "sobrevivir y manejar los conflictos", apunta que es "dudoso" que esta actitud sea la que España necesita.
En cuanto al rescate, la revista sostiene que Francia está diciendo al Ejecutivo español que "coja el dinero", a lo que Alemania responde "que no lo haga", mientras que Rajoy quiere "asegurarse de que Alemania no cerrará esta puerta pillándole los dedos".
La revista se refiere también al rebrote del nacionalismo en Cataluña, "una de las regiones más endeudadas, pero también una de las mayores contribuyentes". En este sentido, asegura que el partido de fútbol entre el Barcelona y el Real Madrid de este fin de semana es "uno de los que tiene más carga emocional de la historia".
Por esta razón, considera que Rajoy se enfrenta a "dos grandes riesgos gemelos", que son "la ruptura del euro y la ruptura de España". Por último, 'The Economist' pone en duda los últimos exámenes realizados por la consultora Oliver Wyman al sector financiero español asegurando que algunos analistas "dudan si fueron lo suficientemente potentes".