Si son parados que observan con vértigo el fin de sus prestaciones y el acoso de la miseria en un mercado laboral quimérico que se cierra obstinadamente mientras sus magros ingresos son decrecidos por recortes despiadados, ¡QUE SE JODAN¡
Si son enfermos crónicos con dificultades para poder atender su padecimiento agobiados por un repago que esquilma sus escuálidos ingresos, ¡QUE SE JODAN¡
Si son emigrantes y no reciben atención sanitaria por mor de los recortes y la población en general como consecuencia puede ser susceptible de patologías que se presumen ya superadas nivel local, ¡QUE SE JODAN¡
Si son pensionistas incapaces de llegar a fin de mes con un estipendio no regalado, sino recuperación de lo anticipado tras toda una vida de trabajo, y con el que suelen ayudar a hijos o nietos en momentos de penurias y carencias, ¡QUE SE JODAN¡
Si son niños y niñas que cada día tienen mas difícil el comer en el colegio, y se ven necesitados a llevar el “taper” de casa (Valencia tiene el dudoso honor de ser experiencia piloto) ¡QUE SE JODAN¡
Si esos mismos niños cada día tienen menor calidad de enseñanza, menor atención de sus docentes por masificacion, y por ello mayor posibilidad de fracaso escolar, ¡QUE SE JODAN¡
Si alguno de esos niños o niñas podría tener oportunidad de acceder a la formación superior pero las nuevas trabas económicas hipertrofiadas se lo impiden ¡QUE SE JODAN¡
¡Si la suba del IVA castiga indiscriminadamente a parados, jubilados, economías de escaso poder adquisitivo o los negocios de autónomos…¡QUE SE JODAN¡
Si cada día mas ciudadanas y ciudadanos de clases medias incrementan las colas de mendicidad vergonzante a la puerta de Caritas, Cocinas Económicas o similares centros de beneficencia, ¡QUE SE JODAN¡
Si empezaban a estar satisfechos con una TV publica veraz, plural e independiente y llegó el comisario político electo de forma ajena a lo establecido para que pueda manipular a sus anchas convirtiendo el ente publico en la voz de su amo, ¡QUE SE JODAN¡
Si no son hijas o hijos de papá multimputado por trafico de influencias, evasión de impuestos, y un etcétera tan largo como la pista de un aeropuerto al que después de mas de un año aun no llegó un avión, pero gran afortunado en los sorteos de lotería
presidiendo una Diputación, la de Castellón por vía de ejemplo, ¡QUE SE JODAN¡
Si no viven en una de las urbanizaciones más lujosas de toda España como la madrileña de Pozuelo de Alarcón, ("Los Lagos de la Finca") donde la trama Gürtel campaba a sus anchas, y donde una parcela de 3.000 a 10.000 m2s cuesta entre 5 y 7 millones de euros, ¡QUE SE JODAN¡
Si Bancaja no les conceden prestamos millonarios con intereses liliputienses ¡QUE SE JODAN¡
Si tras escuchar la ventosidad ideológica que le salio incoercible a la hija de Fabra, Doña Andrea, y con ella, sus sentimientos hacia millones de ciudadanos que viven en la desesperación al oir de labios del presidente del Gobierno la reducción de las prestaciones a los parados, el grupo parlamentario popular, el presidente del Congreso de los Diputados (miembro de dicho grupo parlamentario), el presidente del gobierno y presidente del PP, ninguno de ellos toma cartas en el asunto, optando por justificar lo injustificable, solo cabe una interpretación. Que sus palabras de pesar ante los recortes son lágrimas de cocodrilo. Que su proyecto es subvertir el orden social del país al servicio razones ideológicas y de intereses económicos brutalmente insolidarios, foráneos y locales. Usando una mayoria parlamentaria obtenida de forma fraudulenta.
Basada en violar sistemáticamente el contrato social con los electores. Incumpliendo en su integridad el mandato recibido en orden a una propuesta electoral concreta. Una situación de legitimidad muy dudosa, salvo que esta se mida por el criterio tan usado por el franquismo que hizo suya la “singular” ministra Bañez,… “la mayoría silenciosa de los españoles de bien”.
Así las cosas queda la alarmante sensación de que los sentimientos gubernamentales hacia la ciudadanía, asumido el criterio de la diputada hija de Fabra, desenmascarada la hipocresía, se sintetizan en tres palabras, ¡QUE SE JODAN ¡