Vicente Giret |
No es ya la hora del pequeño compromiso arrancado en la noche y presentado como una gran victoria en la mañana, sino de la audacia colectiva, y de una visión federal. Ninguna otra solución que no pase una solidaridad plena y total entre los estados del euro no será útil para salvar una unión monetaria demasiado barroca para resistir en los vientos malos Una solidaridad que sólo se puede rimar con la responsabilidad: como se dijo, con un toque de cinismo por un ministro alemán, "no es razonable dejar para pagar tu tarjeta de crédito a alguien que no controla el gasto"..
Se podría en efecto replicarle que ciertamente España ofrece una prueba, si fuera necesario, una política que es, básicamente, la austeridad sólo conduce al desastre. Pero la polémica tiene mayor alcance: Se trata de que Europa, que ha fortalecido la democracia y el despegue económico de España en los años 80, sigue siendo esa misma Europa, que hoy puede ayudarla a cambiar su destino. Sabiendo que esta vez, ella también se juega el suyo.
Editorial publicado en el diario francés Liberation el 5 de junio2012.