En el
segundo mandato de los presidentes estadounidenses, desde mediados del siglo
pasado, ha primado más la política internacional y pasar a la historia de la
nación, que la política interna. Comprensible en un sistema electoral de 2
mandatos. Barack Obama no va a ser una excepción. El Presidente se enfrentará a
importantes retos que marcarán su destino histórico como Presidente.
Consiguió salir reelegido Presidente con una cifra de paro superior al 7%, algo que no había logrado ningún otro mandatario en la joven historia de la nación, tras un mandato de corte de centro izquierda y muy alejado del socialismo que proclamaban los editoriales conservadores, con batallas como la sanitaria y con golpes de efecto hacia la minoría mayoritaria latinoamericana, verdaderos artífices de la segunda victoria del Presidente afroamericano.
Consiguió salir reelegido Presidente con una cifra de paro superior al 7%, algo que no había logrado ningún otro mandatario en la joven historia de la nación, tras un mandato de corte de centro izquierda y muy alejado del socialismo que proclamaban los editoriales conservadores, con batallas como la sanitaria y con golpes de efecto hacia la minoría mayoritaria latinoamericana, verdaderos artífices de la segunda victoria del Presidente afroamericano.
En los
próximos meses, Barack Obama tendrá que decidir dónde ser enérgico, dónde ser
cuidadoso, dónde ganar tiempo, qué aparcar y qué ejecutar. Encima de la mesa el mismo
dejó en su anterior mandato asuntos como el migratorio, el equilibrio
presupuestario, el problema energético, el control de armas, Irán, Corea del
Norte, Oriente Medio. Los analistas internacionales coinciden es que es muy
difícil salir airoso de cualquiera de los conflictos mencionados. Algunos
aconsejan cautela, otros exhortan al Presidente a ser audaz, ambicioso y
demostrar que la ola humana de emocionante apoyo del 2008 sí ha podido, “yes we could”. No lo tiene fácil.
La llama de esperanza de que algo podía realmente cambiar se ha ido apagando y el Presidente Obama, al menos en sus primeros 4 años, ha dado verdaderas muestras de que dijo que todo iba a cambiar, pero no ha cambiado casi nada, salvo el Presidente, titulaba la semana pasada el diario NewYorker.
La llama de esperanza de que algo podía realmente cambiar se ha ido apagando y el Presidente Obama, al menos en sus primeros 4 años, ha dado verdaderas muestras de que dijo que todo iba a cambiar, pero no ha cambiado casi nada, salvo el Presidente, titulaba la semana pasada el diario NewYorker.
Su primer
mandato se caracterizó por ser poco ejecutivo y trasladar al Congreso la
redacción de normas tan relevantes como la reforma sanitaria. Comparativamente
con anteriores Presidentes, Barack Obama ha hecho un menor uso de sus
capacidades de impulso legislativo y los poderes ejecutivos para vetar
decisiones del Congreso.
En el ámbito doméstico la legislación sobre el control de armas, especialmente las de asalto, se presenta como una oportunidad estratégica para que Obama deje su huella en la historia política de la nación y, además, resuelva un problema que ha frustrado a los demócratas por décadas.
La Casa Blanca no ha detallado la agenda del segundo mandato de Barack Obama. Una vez que se llegue a un acuerdo presupuestario y fiscal, el Presidente Obama "buscará trabajar en varios asuntos que son determinantes para nuestro futuro, desde la inmigración hasta energía, pasando por la educación y la seguridad nacional", afirmo Jamie Smith, portavoz presidencial.
Difícilmente mantendrá la ilusión que generó hace poco más de cuatro años, pero seguro que lo intentará, si los Republicanos le dejan.
En el ámbito doméstico la legislación sobre el control de armas, especialmente las de asalto, se presenta como una oportunidad estratégica para que Obama deje su huella en la historia política de la nación y, además, resuelva un problema que ha frustrado a los demócratas por décadas.
La Casa Blanca no ha detallado la agenda del segundo mandato de Barack Obama. Una vez que se llegue a un acuerdo presupuestario y fiscal, el Presidente Obama "buscará trabajar en varios asuntos que son determinantes para nuestro futuro, desde la inmigración hasta energía, pasando por la educación y la seguridad nacional", afirmo Jamie Smith, portavoz presidencial.
Difícilmente mantendrá la ilusión que generó hace poco más de cuatro años, pero seguro que lo intentará, si los Republicanos le dejan.