jueves, 17 de mayo de 2012

La salida a bolsa de Facebook - Kostka Fernández

No tengo ninguna duda. La salida a bolsa de Facebook y su valoración sólo es producto de una nueva burbuja digital, que antes o después estallará. Resulta obvio que el precio de las acciones de la compañía no responden a un activos tangibles y permanentes, sino inmateriales y sujetos a la moda o a la innovación tecnológica.

Sí es cierto que tiene unos 900 millones de usuarios. Pero en el mundo de las nuevas tecnologías la permanencia y la fidelización es inversamente proporcional, a la velocidad con la que el mercado presenta nuevos productos y destierra otros. En realidad Facebook existe porque la visitan internautas que en cualquier momento pueden dejar de visitarla, porque se cansan, o porque aperece un nuevo producto en el mercado.


Sus gestores sacan la compañía a bolsa con una valoración de entre los 93.000 y los 104.000 millones de dólares (entre 73.000 y los 82.000 millones de euros). Un valor desmesurado, irreal e inflado. Facebook tendría, según el mercado, un valor similar al de Amazon, Cisco, el doble que HP, la mitad que Microsoft y cinco veces menos que Apple. Todas estás compañía venden productos, no visitas a internet. Como siempre las cosas valen lo que pagan por ellas y todo indica que hay inversores dispuestos a pagar lo que piden, porque en el mundo digital el precio es siempre relativo. El último ejemplo lo tenemos en la compra de Facebook de Instagram, una red social sin ingresos, con 20 meses de vida y 30 millones de usuarios, por la que pagó 1.000 millones de dólares.


Otros ejemplos para no olvidar son la compra de Google de YouTube en 2006 por 1.650 millones de dólares, la compra de Microsoft de Skype en 2011 por unos 8.250 millones de dólares y la más llamativa la compra de Rupert Murdoch, que pagó por MySpace en 2005 unos 580 millones de dólares y la vendió en 2011 por 35 millones de dólares.

Así es la economía digital. No escarmentamos. Yo no compraría acciones de Facebook, o por lo menos si las comprara no trataría de venderlas de último, como los que lo hieron con las acciones de Terra. ¿Se acuerdan?