domingo, 27 de mayo de 2012

El camino para salir de la crisis VI - Sigmar Grabriel, Frank-Walter Steinmeier - Peer Steinbrück

Construir una unión social europea.
La unión económica y financiera europea debe estar acompañada de una unión social.
El fundamento de la unión social debe ser un sistema de valores sociales con sólidos derechos fundamentales sociales, como los ya establecidos en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Estos derechos no pueden estar subordinados a la libertad del mercado interno europeo, sino deben ser prioritarios. Este principio debe quedar establecido contractualmente en una cláusula de progreso social en el derecho europeo primario. En Europa la norma debe ser: Iguales condiciones salariales y laborales para el mismo trabajo en el mismo lugar. No puede haber cabida para el dumping social y salarial. Para cumplir esto los márgenes de maniobra para la cogestión deben ampliarse en las empresas europeas, fortalecerse los derechos de los comités de empresa europeos y consolidarse el diálogo social entre sindicatos y empresarios a nivel europeo. Los trabajadores de diferentes Estados europeos no deben ser enfrentados, sino por el contrario, éstos deben tener la oportunidad de defender juntos sus intereses.

Un pacto de estabilidad social para Europa.

Políticamente la unión social europea debe concebirse sobre todo a través de objetivos sociales y estándares mínimos que sean  vinculantes a nivel europeo. Se necesita un pacto de estabilidad social que establezca los objetivos y las metas para los gastos sociales y de educación, calculados en función del PIB de los Estados respectivos. De igual manera, habrá que establecer un salario mínimo en cada país miembro de la UE, sobre la base de los respectivos ingresos promedio nacionales.

Conclusiones.

Europa puede convertirse en precursor global de un modelo de prosperidad sostenible que evite la división social de la sociedad y que ofrezca una mayor estabilidad económica gracias a mejores oportunidades de participación para más gente. La condición, sin embargo, es que Europa encuentre en esta crisis la fuerza y la solidaridad para actuar conjuntamente y tomar la dirección correcta. Si fracasa, la amenaza es la desintegración y la renacionalización.

Solamente unida y anclada firmemente en la UE, tiene Europa una oportunidad en la competencia global de ideas y valores, de política y economía. Tenemos que ser concientes de que solamente juntos podremos construir un mejor futuro – en una Europa unida, democrática y social.