martes, 15 de noviembre de 2011

LAS CRISIS DEL SIGLO XXI (I) - EVARISTO DÍAZ CASTRO

La crisis, como emergente social, no es otra cosa que los síntomas a la enfermedad. Algo va mal en el organismo, luego sube la fiebre. En los albores del Siglo XXI, mucho,-y muchos-, nos tememos que las crisis, pequeñas o grandes, serán lo común en la esencialidad y habitabilidad del mismo. Y lo justificamos en función de dos enunciados acerca de los que debemos reflexionar, a saber:

•    crisis energética o "pico de la producción de crudo".
•    crisis de los mercados financieros o desregulación liberal incontrolada.

Lo que a su vez provoca subcrisis estructurales: del sistema de producción, del empleo, de los sistemas de protección social, ecológicas y de la biohabitabilidad ó crisis de la salud. A ello cabe añadir las referidas a los valores, la convivencia, la crisis final del Sistema,  y  la destrucción parcial, desaparición o emergencia de un nuevo Sistema.

Desde una perspectiva estructural cualquier organización, sea un cuerpo humano, un grupo,  o una catedral, está regida por dos fuerzas fundamentales:

a.- las fuerzas de cohesión, es decir todos aquellos elementos, subsistemas, operaciones, funciones, cometidos, etc. que hacen que la Estructura se mantenga como es, sea identificada y funcione como tal, eficaz y eficientemente.

b.- las fuerzas de disipación, que amenazan la integridad, funcionalidad y operatividad de la estructura original. Pueden ser fuerzas internas -fatiga de materiales, desgastes varios, etc., o de naturaleza extrínseca a la estructura en sí: por ejemplo, fenómenos atmosféricos, accidentabilidad, imprevistos ó azar.

Lo que nos interesa saber es que, cuando las fuerzas de cohesión de una estructura se imponen a las fuerzas de disipación de esa misma estructura, la estructura en si se mantiene, se hace más fuerte y se asienta y puede seguir siendo identificada como tal. Si las fuerzas de disipación de una estructura son mas fuertes que las fuerzas de cohesión, la estructura como mínimo cambia, está cambiando, se transforma en otra cosa o simplemente desaparece. (Teoría de las estructuras disipativas , Prigogine, Ilya 1977).